El Mercurio

Al culminar este martes su gestión de cuatro años como ministro de Hacienda, Felipe Larraín tiene planificado estar cuatro días en Tantauco antes de retornar a la Universidad Católica, donde en este período ha mantenido su calidad de profesor con un permiso sin goce de sueldo. Una decisión que tiene muy contento a Ignacio Sánchez, rector de esa casa de estudios, no sólo porque Larraín optó por volver a la universidad al término de sus funciones públicas, sino porque lo hace dirigiendo el nuevo Centro de Políticas Económicas y Sociales de la UC que iniciará sus actividades a mediados de mes.

"Felipe Larraín lleva 30 años como profesor titular de la universidad en la Facultad de Economía y Administración y ha querido seguir aportando en el tema de políticas económicas y sociales. Ha organizado un equipo de trabajo en esta área que él mismo va a comandar", destaca el rector.

La iniciativa surgió de una reunión que hace unos meses tuvieron ambos. La nueva institución estará radicada en la casa central de la UC y será un centro interdisciplinario del que formarán parte las facultades de Derecho, de Economía y Administración y de Ingeniería.

El centro constará de tres consejos. Un consejo directivo interno que presidirá el prorrector Guillermo Marshall, que es un matemático e integrado por Juan Carlos De la Llera, decano de Ingeniería; Roberto Guerrero, decano de Derecho; Francisco Rosende, ex decano de Economía y Administración y un quinto miembro que está pendiente.

A la vez, tendrá dos consejos asesores externos. Uno de carácter internacional en el cual participarán dos premios Nobel de Economía: Robert Engle, de la Universidad de Nueva York, y Robert Merton, del M.I.T.; Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia; Barry Eichengreen, de la Universidad de California; Nouriel Roubini, de la Universidad de Nueva York; John Lipsky, ex número dos del Fondo Monetario Internacional (FMI); Michael Boskin, de la Universidad de Stanford y ex presidente del consejo de asesores económicos del ex Presidente Bush (padre) y Larry Kotlikoff, de la Universidad de Boston.

El consejo asesor nacional será presidido por Alfonso Andrés Swett y será formado por representantes gremiales empresariales tanto de la gran empresa como de la pequeña empresa y del mundo laboral.

No se trata de un think tank , sino de un centro de investigación del que surgirán propuestas para aportar al debate público de las políticas económicas y sociales de Chile, de América Latina y del mundo emergente. Su aspiración no es estar en el mundo de los centros de estudios sino contribuir a la universidad donde contarán con profesores del plantel que estén investigando en temas relevantes en el ámbito de las políticas macroeconómicas, microeconómicas y sociales. "El centro busca estudiar y transmitir la investigación, docencia e innovación que se hace en la universidad, no es un grupo de opinión, sino de transferencia del conocimiento", precisa el rector Sánchez.

"Estoy extraordinariamente motivado por volver al mundo académico y hacerlo con una óptica un poco distinta a la meramente académica. Tengo el privilegio de haber tenido cuatro años de experiencia como ministro de Hacienda de Chile y con eso espero seguir aportando al análisis de políticas públicas con propuestas para el debate", dijo Larraín al ser consultado sobre este proyecto.

La dirección del centro estará a su cargo y como director alterno el economista Rodrigo Cerda quien tendrá a su cargo la coordinación macroeconómica. Salvador Valdés se hará cargo de las políticas microeconómicas y hay conversaciones avanzadas con Sergio Urzúa para que coordine el área de las políticas sociales. También se incorpora Juan Bravo Merino, magíster en Economía de la UC.

En cuanto al financiamiento, el rector explicó que la Universidad dispone de fondos, pero que, además, como todo centro universitario postulará a fondos externos para el financiamiento de proyectos.

Larraín piensa compatibilizar su trabajo en el centro con la docencia en la universidad y también con el exterior desde donde ha recibido ofertas del mundo académico y de organizaciones internacionales. "También quiero estar presente en las conferencias internacionales y estar al día con lo último que está pasando en mi profesión, con una mirada de lo que puede hacer una diferencia para las personas, no me interesa hacer trabajos con connotación meramente intelectual", señala.