Revista de Estudios Parlamentarios Hemiciclo

Me ha sido concedido el privilegio de escribir algunas líneas sobre la obra colectiva con que la Asociación Chilena de Derecho Constitucional, con el apoyo de la Editorial Jurídica de Chile, rinde homenaje al destacado académico y estudioso del Derecho Político y Constitucional, don Alejandro Silva Bascuñán. Tal honor quizás se explica porque con don Alejandro me une una profunda relación -que ya se extiende por más de 26 años- y que nació en 1986, cuando me invitara a ser su ayudante en la cátedra que entonces impartía en la Universidad Diego Portales y que ha continuado para actuar, como colaboradora, en sus múltiples actividades profesionales y académicas.

"Maestro de todos", como lo denominaran los profesores argentinos de la Asociación de Ciencias Sociales de Córdoba, al designarlo como su miembro honorario, ha sido reconocido como uno de los más brillantes  xponentes del Derecho Político y Constitucional en Chile. Su sustancial contribución al desarrollo y análisis del derecho público se ha manifestado a través de las labores que ha emprendido como docente, asesor, investigador y autor de diversos ensayos, artículos y monografías; formador de grandes académicos obteniendo reconocimiento incluso fuera de nuestras fronteras. Pero, además de destacarse por su aporte al Derecho y a la Ciencia Política, es admirado por sus extraordinarias cualidades humanas, fundadas en su fe en Dios, en la justicia y en una profunda vocación de servicio público el que se explica tal vez por el ambiente en que don Alejandro se formó: nacido en Talca en 1910, su padre le inculcó tanto la vocación por el derecho y por el devenir patrio debido a que él era militante activo del Partido Conservador, alcalde de Talca y director del diario La Libertad de esa misma ciudad, además, muchos de sus parientes más cercanos fueron héroes militares u ostentaron cargos de representación popular. En su casa existían dos enormes habitaciones destinadas a guardar miles de libros no sólo de derecho sino también, de historia y política; era tal su admiración por quienes desempeñaban el cargo parlamentario que, cuando niño, junto a sus hermanos y amigos, solía jugar a las sesiones de la Cámara, siendo el escritorio de la biblioteca, la testera de su mesa directiva.(...)

Páginas: 7 - 12

pdf  Descargar Revista Hemiciclo N° 9