El Pulso

El último cara a cara en materia tributaria tuvieron ayer los comandos de Evelyn Matthei, Michelle Bachelet y Marco Enríquez-Ominami. Convocados por la Facultad de Derecho de la Universidad Católica y el Instituto Chileno de Derecho Tributario (Ichdt), la instancia buscó, desde la experticia técnica, contraponer las miradas de cada programa de gobierno en el tema, el impacto de lo que proponen en la economía local, y los beneficios o efectos negativos que tendría la ejecución de una reforma tributaria. En el foro, los economistas José Ramón Valente (del comando de Evelyn Matthei), Alejandro Micco (por Michelle Bachelet), y Andrés Solimano (representante de Marco Enríquez-Ominami) explicaron los alcances de un cambio en la carga impositiva, y despejaron las dudas de los respectivos programas económicos, sobre todo en lo que se refiere a recaudación estimada.

En esa línea, los argumentos apuntaron al origen del debate: ¿es necesaria una reforma tributaria?

"NO ES UNA LOCURA". Para el economista de la candidatura de la Nueva Mayoría, Alejandro Micco, el hacer una reforma tributaria pasa ya por una "necesidad" país, dado los nuevos compromisos que ha adquirido el Estado.

Y dentro de esas necesidades, no sólo está el mejorar la educación y llegar a un balance estructural -comentó- sino también hacer más equitativa la redistribución del ingreso y solventar los compromisos ya adquiridos por el Fisco.

En ese contexto, Micco aseguró que un ejemplo claro de lo anterior es que "en este gobierno (administración Piñera) se han hecho gastos permanentes, sin ingresos permanentes, que han hecho que no haya capacidad de ahorrar".

Por ello, reiteró el economista, el contar con una reforma tributaria que entregue unos US$8.000 millones -3% del PIB- "ayuda no sólo a recaudar más, también ayuda a la no segregación" de la población chilena.

Es que el tema para el experto económico de la Nueva Mayoría "no es una locura" implementarla, ya que "aumentar 3% del Producto los impuestos nos lleva a niveles de países OCDE, a igual nivel de desarrollo", dijo Es más, sostuvo que el impacto que tendría este nuevo gravamen en la inversión y el ahorro no es tal, ya que la experiencia y los estudios al respecto desestiman esta tesis.

Un tema que también salió a aclarar Micco, es la posibilidad de obtener más recursos por medio de la reasignación del gasto en los programas a fin de mejorar la ejecución presupuestaria, lo que -según plantea la candidatura de la Alianza- haría innecesaria una reforma tributaria.

Sobre el punto, Micco sostuvo que la reasignación es un instrumento válido, pero que es insuficiente para financiar la dimensión del programa que proponen. Con todo, sí destacó que pondrán atención en la calidad del gasto. "En el programa de Michelle Bachelet se crea una especie de evaluación de programas fuera de la Segpres (Secretaría General de la Presidencia) para hacerlo más potente. (La reasignación) no es tan fácil, sino pregúntele al presidente Piñera que para el terremoto requirió de una reforma tributaria. Sin duda que siempre hay que estar atentos", subrayó.

EL "FANTASMA" DE LA DESACELERACIÓN. Tal como lo ha hecho los últimos meses, José Ramón Valente aseguró que la reforma tributaria planteada por el comando de Michelle Bachelet no se justifica, ya que si se quiere conseguir tales recursos (US$8.000 millones), basta fortalecer el crecimiento del país, ya que cada punto son cerca de US$600 millones de ingresos extras.

Ejemplificó diciendo que "de los US$9.000 millones que en cifras gruesas conseguiría la reforma, nos gastamos US$3.000 millones en la educación superior, otros US$3.000 millones en déficit estructural, y los US$3.000 millones que faltan nunca van a llegar, porque vamos a tener menor crecimiento".

Para sustentar esto, Valen-te dijo que en el gobierno de Bachelet el país creció poco más de 3%, "similar al mundo, en cambio en estos últimos cuatro años se ha crecido 1,5 a 2 puntos porcentuales más que el promedio del mundo y me temo que con esa reforma tributaria y con la incertidumbre que generará una nueva Constitución, vamos a tener desaceleración".

Añadió, que "tendremos a Chile creciendo a 3,5% ó 4%, en circunstancia que lo podríamos tener creciendo en su crecimiento potencial de 4,8%; eso nos va a restar al menos US$3.000 millones de mayor recaudación por menor crecimiento".

Para Valente, los focos para disminuir la desigualdad van por dar más cobertura a educación parvularia o más participación de mujeres de menores ingresos, "y esto no tiene nada que ver con una reforma tributaria, esto lo podemos hacer perfectamente sin ella".

Agregó que la forma que se están planteando los cambios "va a disminuir las tasas de ahorro, y cuando disminuyen, bajan también la tasa de inversión a mediano plazo y luego disminuyen nuestras tasas de crecimiento. Estamos poniendo el ojo donde no lo debiéramos poner" Según el economista, desde que llegó Michelle Bachelet en marzo a Chile hasta ahora, "se ha ralentizado la inversión y parte de la desaceleracion que estamos viendo ahora, tiene que ver con que las encuestas le dan mayoritariamente a Michelle Bachelet que va a ser presidenta, que su programa es anti crecimiento, por lo tanto, ya estamos viendo adelantadamente los efectos de su programa".

UNA REFORMA AMBICIOSA. El último panelista invitado al encuentro, Andrés Solimano por parte de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, hizo un crítico análisis de la situación actual.

A su juicio, en un país "donde el 1% más rico de la población controla el 30% del ingreso nacional y donde 6.500 familias tienen activos financieros por US$900.000 millones se hace urgente contar con una restauración de los gravámenes".

Por ello, explicó, la reforma que plantean apunta a recaudar alrededor del 5% del PIB, unos US$13.000 millones. Agregó que "nos hemos puesto metas más ambiciosas porque las necesidades también son urgentes. No sé cómo la gente va a vivir con pensiones de $180.000 mensuales que es el que paga en promedio el sistema de AFP o la bomba de tiempo del endeudamiento estudiantil. Ése es el país desarrollado que le estamos entregando a nuestros adultos mayores y juventud".

Detalló que a diferencia del programa de la Nueva Mayoría, donde la mejora en la educación "es bastante gradualista, también se está quedando corta en los recursos para lo que es subir pensiones y otras áreas".

Solimano planteó que para que el país "entre en una senda de corrección de las desigualdades estructurales que tanto tiene y para garantizar acceso equitativo a educación, salud, mejorar pensiones y desarrollo productivo, con 3% del Producto no calza. Además, esta reforma hay que discutirla, y puede tomar sus años (aprobarla) en el Congreso y los recursos tardan, por ello la cuadratura hay que mirarla con cuidado".

El economista apostó que las candidaturas "del duo-polio" Bachelet-Matthei tiene muchas restricciones con los grupos de poder, "sobre todo, el gran empresariado". Agregó que "me da la impresión que van a escuchar bastante esa posición, versus la posición de la clase media, de los sectores populares, del país real, del 99% del país, que quiere cambios, reformas".