El Mercurio

Tras el debate que generó la elección de presidente del Tribunal Constitucional (TC), ayer asumió la ministra Marisol Peña, quien compartirá el cargo con su par Carlos Carmona, un año cada uno.

A este acuerdo se llegó tras cinco votaciones en las que se mantuvo un empate entre ambos candidatos. Tras el pacto, Peña logró siete votos, absteniéndose los ministros Iván Aróstica, María Luisa Brahm y Hernán Vodanovic.

Este último dejó por escrito en el acta su malestar por el "pacto privado, que en contrario adolece de objeto ilícito, en cuanto contraviene el derecho público", dando a entender que podría ser nulo.

Vodanovic, manteniendo su posición, fue el único de los diez ministros que componen el TC que no participó ayer en la ceremonia.

Peña dijo a "El Mercurio" que respeta la opinión de Vodanovic, pero no la comparte, porque a su juicio, es "legal" poder compartir la presidencia. "Me parece difícil creer que siete ministros del tribunal hubiéramos cometido un error tan garrafal. Creo que no lo hemos cometido y hemos dado una señal de unidad y proyección".

Al ser consultada por la ley orgánica, que no contempla la renuncia al año a menos que se deje el cargo de ministro, agregó que "no podría renunciar" y que su período termina en 2018, a menos que tenga un imponderable. "A mí me parece que si sostuviera que no puedo seguir como ministra, se le quitaría el piso a la decisión de la Corte Suprema (que la designó). Me parecería muy grave. Creo que la ley no tiene por qué contemplarlo expresamente, hay un sentido finalista de la interpretación de las normas".

Una de las prioridades de Peña será "mejorar el clima interno del tribunal, que trabajemos de forma armónica", dijo, y que está segura de que Vodanovic se sumará.

La magistrada, quien es la primera presidenta mujer en el TC, sostiene que no llegó a este cargo por su género, sino porque "lleva siete años como ministra".

A Peña no le sorprendió la difícil elección de presidente, porque a su juicio, "es un reflejo de la realidad que vive el país. Este es un país que convive en la unidad, pero con la diversidad. Esto también ocurre en el TC. Existen dos miradas, dos visiones, que claramente reflejaron un empate histórico".

Pese a la complicada elección, resaltó que aunque haya diferencias "hay una visión institucional común, que tiene que ver con el rol que cumple el TC".

Frente a los cuestionamientos de un tribunal politizado, Peña no niega que sea así. "En todas partes del mundo son jurídicos y políticos. Jurídicos, porque son tribunales, y políticos, porque muchas de las cosas que deciden tienen que ver con las cosas medulares de los procesos de toma de decisiones al interior de los países y los derechos de las personas".

Lo que sí descartó la magistrada es que fallen por cosas coyunturales. "Creo que es cosa de hacer un análisis estadístico. Este tribunal está orgulloso de sus votos cruzados (...) ha demostrado que puede convivir entre la diversidad".

Tampoco está de acuerdo con opiniones que hablan de polarización al interior del TC, porque "no hay dos bandos. En las últimas sentencias hay muchos votos particulares".

Respecto a las críticas a la ministra María Luisa Brahm, ex jefa de los asesores del Segundo Piso de La Moneda y designada por el Presidente Sebastián Piñera, que apoyó a Carmona, dijo que le parece "legítimo que haya tenido una mirada más cercana a ese proyecto".

Peña también se mostró partidaria de que se escoja en este cargo al más antiguo. Consultada por qué, entonces, no se eligió a Vodanovic, que por ley era el que llevaba más tiempo después del ex presidente Raúl Bertelsen, y podía ser electo por ley pese a que le queda un año y medio en el tribunal, explicó que el magistrado no fue saltado, sino que "se optó por un criterio práctico que privilegió la línea de continuidad de la institución en el tiempo, y que es que ex presidentes sigan en el TC apoyando".

Recuadro :

Magistrada quiere modificar estructura de sentencias e incorporar resumen

Uno de los proyectos que tiene la ministra Marisol Peña es "cambiar la estructura de las sentencias", ante diversas críticas al desorden de los votos particulares. "Me gustaría trabajar por un mayor consenso. Hay que ordenar los votos particulares y prevenciones". Además quiere incorporar en los fallos un extracto de la doctrina en sentencia, una especie de resumen para abogados y periodistas.

Respecto a la posibilidad de ejercer la facultad del TC de derogar artículos por inconstitucionalidad, la magistrada descartó por ahora revisar alguna norma ya que esto "requiere mucha reflexión desde el punto de vista de los efectos que produce, y por el alto quórum, ocho ministros de diez. El Tribunal va a continuar siendo prudente para ver si existe base para derogar el precepto".

También se mostró partidaria de seguir afianzando lazos con la conferencias Iberoamericana y Mundial de Justicia Constitución.