La Segunda
El candidato presidencial de RN Andrés Allamand calificó como "un fraude constitucional" la propuesta del académico Fernando Atria —integrante de una comisión de juristas que asesora a Michelle Bachelet— para llegar a una asamblea constituyente mediante un plebiscito evitando el pronunciamiento del Tribunal Constitucional.
Atria plantea en un documento entregado a la candidata de izquierda que el próximo Presidente de la República dicte un decreto supremo para convocar vía plebiscito a una asamblea constituyente y mediante una mayoría en ambas cámaras del Congreso evitar que el decreto sea impugnado ante el TC.
Junto con manifestar que la asamblea constitucional no está prevista en el ordenamiento jurídico chileno, Allamand sostuvo que "para salvar ese obstáculo el equipo de Bachelet plantea un fraude constitucional en el que el Presidente convoque a un plebiscito a sabiendas que es ilegal".
"Toda esa elaboración jurídica, en la práctica, es un fraude a la Constitución y demuestra inequivocamente cual es el propósito del actual Concertación, que es saltarse nuestro ordenamiento jurídico. Es fundamental que la candidata PS-PC-PPD desautorice esta propuesta o, si lo estima, la haga suya. Debe definirse, igual que los otros candidatos del conglomerado".
Recordó que su candidatura ha propuesto un conjunto de reformas para perfeccionar la Constitución y el sistema electoral. "Sin embargo, aquí hay una diferencia de fondo: Algunos creemos que el tema debe resolverse dentro del orden jurídico, pero el equipo de Bachelet optó por el fraude, saltándose las normas".
Zapata: "Vulnera las reglas"
Por su parte, el profesor de derecho y presidente de la comisión constitucional de la Democracia Cristiana, Patricio Zapata, dijo coincidir con los constitucionalistas que asesoran a Bachelet en la necesidad y urgencia de intoducir cambios sustantivos en la institucionalidad política del país. "Yo valoro, porque enriquece el debate, que existan profesores que no se queden en la mera consigna y formulen propuestas articuladas", dijo.
"Como demócrata coincido en que la mejor forma de elaborar una nueva contitución es a partir de la participación directa del soberano, el pueblo de Chile. Una Asamblea Constituyente convocada a partir de un amplio acuerdo de las distintas fuerzas políticas, elegida en base a reglas que todos puedan conocer y respetar y en el contexto del conjunto de garantías propias del Estado de Derecho es, sin duda, un mecanismo óptimo. Ese es el tipo de asamblea constituyente que origina un texto que 20 o 30 años después todos consideran legitimo, por ejemplo España, Brasil o Italia", indicó.
Sin embargo, advirtió que "existen Asambleas Constituyentes que nacen del acto de audacia de un líder carismático y decidido que se "salta" las reglas imperantes. Las que nacen de esta manera terminan generando textos constitucionales que duran lo que dura la popularidad del caudillo que las impulsó".
Zapata subrayó que "no comparto la tesis según la cual el próximo Presidente, en concierto con los Presidentes de ambas cámaras, pudiere aprovechar las reglas sobre legitimación activa para requerir ante el TC, para los efectos de resolver el problema constitucional chileno a punta de decretos supremos. Esa salida vulnera claramente las reglas sobre reforma constitucional. Yo entendería, por supuesto, que alguien propugnara la ruptura institucional si estuviéramos en la Sudáfrica de 1985 o en el Chile de 1810 pero no es el caso".
"Me parece que la fórmula del "decretazo", además, no se hace cargo de cual pudiere ser la reacción de la Contraloría, el Servel o del TRICEL. ¿Se asume acaso que dichos órganos también se sumarán a la operación plebiscito por decreto? Mientras tanto, ¿qué hacemos con el Congreso que elegiremos en noviembre? ¿Lo congelamos?".