La necesidad o no de una reforma tributaria fue la polémica que marcó la presentación de las las propuestas programáticas de Michelle Bachelet, Evelyn Matthei y Marco Enríquez-Ominami, actividad organizada por Derecho UC y el ICHDT.
¿Reforma o no? Precisamente, conocer las propuestas en temas tributarios de los candidatos presidenciales fue el objetivo del foro organizado en conjunto por la Facultad de Derecho y el Instituto Chileno de Derecho Tributario (ICHDT).
Hacer una reforma tributaria, para recaudar 3 puntos porcentuales del PIB, es la principal propuesta en este tema de la candidata del pacto Nueva Mayoría Michelle Bachelet. De acuerdo a Alejandro Micco, miembro del equipo programático, esta medida permitiría recaudar 8 mil millones de dólares, financiando principalmente la reforma a la educación.
Una de las propuestas que más polémica ha causado es la eliminación del FUT o Fondo de Utilidades Tributarias. Este sistema tiene que ver con las utilidades que se generan en una empresa pero que no se retiran; cuando en algún momento pasan al dueño, este debe pagar un 30% por concepto de impuestos, sin embargo, en la actualidad solo paga el 10% porque el restante ya fue pagado por la empresa al momento en que se crearon esas ganancias.
A esto se sumaría un esfuerzo por reducir la evasión de impuestos, la que ha aumentado en los últimos años. “Por cada punto de evasión, el Estado deja recaudar 200 millones de dólares”, afirmó. Asimismo, se busca incentivar el ahorro, potenciar las Pymes y aumentar los impuestos correctivos a las bebidas alcohólicas y a las emisiones contaminantes. De acuerdo a Micco, “si se hace esta reforma mejorando el capital humano, no se debería impactar negativamente el crecimiento”, dijo.
Todo lo contrario propone la candidata de la Alianza por Chile Evelyn Matthei. De acuerdo a José Ramón Valente, miembro de su comisión de Política Tributaria, no se requiere de una reforma tributaria para financiar el programa de gobierno. ¿Cómo hacerlo entonces? Como explicó el experto, cada punto de crecimiento implica recibir 600 millones de dólares. Es así como se ha pasado de un presupuesto de 15 mil millones de dólares en el año 2000 a los 60 mil de hoy en día. “No ha habidos reformas tributarias importantes; el cobre ha contribuido pero tampoco ha sido lo fundamental. La clave está en el crecimiento económico”, expresó.
“Proponer una reforma tributaria es retroceder 300 años”, dijo y añadió que tanto los impuestos corporativos como la carga tributaria a las personas no son bajos en Chile. Además de estimular el crecimiento económico, Valente afirmó que es necesario reducir la evasión de impuestos y hacer algunos ajustes tributarios. Otra medida es mejorar la eficiencia con que se gastan los dineros fiscales, revisando aquellos programas que no están cumpliendo los objetivos con que fueron creados, que no están llegando a quienes deberían o que no están alcanzando las metas propuestas. Esto significaría contar con aproximadamente unos 900 millones de dólares extra.
La actividad concluyó con la presentación de Andrés Solimano, encargado económico del candidato independiente Marco Enriquez-Ominami, quien explicó los tres ejes que sustentan el programa en este ámbito: recuperación de la soberanía nacional sobre los recursos naturales; promoción de una nueva estrategia de desarrollo productiva, moderna y desconcentradora; y un programa social basado en derechos con acceso universal a servicios como la educación, salud y previsión social.
Agregó que lo que se busca es desarrollar una “democracia económica”, es decir, un sistema donde se deje atrás la concentración de mercados y la falta de competencia, así como disminuir la importancia del PIB per cápita como el indicador de desarrollo.
Información Periodística: Prensa UC
