El académico de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Navarro Valls, se refirió a la objeción de conciencia y sus consecuencias en temas como el aborto, al recibir un tratamiento médico o vender determinados medicamentos.
La objeción de conciencia, o el rechazo al cumplimiento de determinadas normas jurídicas por considerarse contrarias a las creencias éticas o religiosas de una persona, es un tema que se ha visto cada vez con mayor frecuencia en distintos ámbitos de la vida, en cuestiones que van desde el aborto y la eutanasia, al servicio militar, la escolaridad obligatoria o los símbolos religiosos en el ámbito laboral.
Este fue el tema que abordó el académico de la Universidad Complutense de Madrid Rafael Navarro Valls, en la conferencia organizada por el Centro de Libertad Religiosa de Derecho UC. Además de catedrático, es secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, y vicepresidente de las Academias Jurídicas y Sociales de Iberoamérica.
Como afirmó el experto, "se ha producido un verdadero big bang de objeciones de conciencia a partir de la negativa a realizar el servicio militar por razones éticas". Sin embargo, este comportamiento va más allá de la simple transgresión de la ley, para llegar a casos como el médico que se niega a practicar un aborto o el objetor fiscal que se niega a que sus impuestos vayan a la guerra. "Son decisiones discutibles, pero respetadas", dice.
El académico se refirió a la objeción de conciencia en caso de aborto, especialmente dada su expansión en todo el mundo; la objeción de conciencia en caso de tratamientos médicos, es decir, cuando es el paciente quien se niega a recibir determinado tratamiento, como por ejemplo, los testigos de Jehová que rechazan las transfusiones de sangre; y la objeción de conciencia para los farmacéuticos que se rehúsen a vender ciertos medicamentos, como por ejemplo la llamada píldora del día después.
"La objeción de conciencia no es algo que pueda romper la democracia, sino que es una forma de proteger a las minorías cuando se emiten leyes lesivas a su conciencia", concluyó el académico, agregando que se trata de una figura benéfica, que ayuda a equilibrar el poder.
Por su parte, la directora del Centro de Libertad Religiosa UC, Ana María Celis, se refirió a la objeción de conciencia en Chile, donde se ha consagrado por ley la libertad religiosa y de culto. "Sin embargo, en temas como el servicio militar obligatorio, no hay nada", afirmó. Por otra parte, la profesora de Derecho UC agregó que será importante abordar el tema desde una perspectiva institucional, por ejemplo, en el caso de los canales de TV que se negaron a transmitir comerciales sobre el sida. "En nuestro país la discusión de objeción de conciencia va a tener efectos importantes", finalizó.
Información Periodística: Nicole Saffie