El psicólogo de la Universidad de Denver es el autor de un programa de educación de relaciones de pareja, cuya efectividad ha sido probada en distintos países.
El aumento progresivo de las rupturas matrimoniales en distintos países, y la consiguiente carga que para el Estado supone tener que hacerse cargo de estos niños y estas familias que no pueden sobrevivir por sí mismos, han impulsado el desarrollo de políticas públicas para incentivar, acompañar o promover este vínculo. La investigación en Psicología ha demostrado que el enriquecimiento de ciertas formas de interacción es un buen predictor de la satisfacción marital.
Uno de los pioneros en este tema en Estados Unidos es el profesor de la Universidad de Denver y codirector del Centro de Estudios Maritales y de Familia de la misma casa de estudios, Howard Markman. El académico, que acumula 30 años de investigación en el tema, es el autor del programa PREP (Prevention and Relationship Education Program) que ha sido aplicado y probado eficazmente en diferentes países.
El especialista fue el principal expositor del seminario Fortalecimiento de las relaciones de pareja en Chile: Una mirada interdisciplinaria, organizado por la Escuela de Psicología de la Universidad Católica y el Centro UC de la Familia.
Uno de los focos prioritarios de la educación premarital, explicó Markman en su presentación, es mostrar a las parejas que el problema no son las diferencias y los conflictos en las relaciones, sino cómo se manejan estos desacuerdos. "Uno de los principales objetivos de la educación prematrimonial es ayudar a las parejas a anticiparse a estos problemas y ayudarles a manejarlos de un modo constructivo más que destructivo", sostuvo.
Algunas de las habilidades promovidas por el programa PREP son el manejo de las emociones y la comunicación negativa, la gestión y resolución de conflictos y la promoción de capacidades para el compromiso, el perdón y el apoyo.
El especialista también se refirió a las claves de una relación exitosa: tomar decisiones acerca de la relación y no dejar que los patrones negativos se impongan por inercia; cada persona tiene que hacer un esfuerzo personal en este sentido y garantizar que la relación sea segura en términos físicos y emocionales. Respecto a las señales de peligro, advirtió acerca del riesgo de las discusiones destructivas, el escalamiento, la descalificación, el evitar al otro y el aislamiento.
Asimismo, Markman destacó el impacto que la educación premarital tiene en los hijos de las parejas involucradas y en otras dimensiones de la vida de los adultos. No solamente los gobiernos deberían interesarse en la educación premarital sino que también las empresas y las organizaciones relacionadas con el rubro de la salud, sostuvo, porque existen estudios que han relacionado los matrimonios felices y estables con el aumento de la productividad.
"A los niños que se crían en un entorno feliz y saludable les va mejor con sus amigos, les va mejor en el colegio y les va mejor en el aspecto emocional. A los adultos les va mejor en el trabajo. Ganan más dinero, se sienten más contentos en la vida (...) Las parejas que han estado felizmente casadas viven más tiempo", argumentó.
El especialista también entregó evidencias de estudios desarrollados en Alemania y Estados Unidos que respaldan la efectividad del PREP en términos de reducción de tasas de divorcio, reducción de las interacciones negativas, aumento en las habilidades de comunicación y aumento en la satisfacción con respecto a las relaciones.
El seminario fue inaugurado por la profesora de la Escuela de Psicología Carmen Gloria Hidalgo, quien destacó que el principal objetivo del encuentro fue colocar en la agenda pública la necesidad urgente de promover las relaciones de pareja saludables en el país. La académica también se refirió el importante papel que han cumplido los diversos credos e iglesias y en particular la Iglesia Católica en el tema de la educación prematrimonial, a través de charlas, cursos y acompañamiento.
Otra de las expositoras fue la profesora de la Facultad de Derecho UC y directora del Centro UC de la Familia Carmen Domínguez, quien analizó el panorama internacional en relación con las políticas públicas de promoción de las relaciones de pareja. La especialista señaló que en general las políticas públicas que tiene Chile para incentivar, acompañar, o promover la familia son escasas.
"Claramente no tenemos una mirada de la política pública enfocada hacia la familia y menos aún una política pública y una mirada enfocada a evitar, o de alguna manera acompañar o promover, una construcción de una vida matrimonial más plena, más estable. Y esto ciertamente es un desafío vigente si nosotros vemos que las tasas de divorcio en Chile en pocos años han alcanzado la tasa de matrimonios que se están celebrando anualmente", afirmó.
El seminario se realizó en el marco de un proyecto Fondecyt que busca adaptar el PREP a la realidad chilena: Diseño, implementación y evaluación de un programa psicoeducativo de desarrollo de habilidades relacionales para parejas que contraerán matrimonio. La iniciativa, pionera en América Latina, será aplicada en forma piloto en el 2012 y 2013 a parejas que estén preparándose para casarse. "El aporte es probar y adaptar un dispositivo de prevención en el ámbito de las relaciones de pareja basado en la evidencia y evaluado en su efectividad", explicó la directora del proyecto, la profesora de la Escuela de Psicología Diana Rivera.
El programa está dividido en ocho sesiones de dos horas cada una. "Es breve porque no es un espacio terapéutico. No pretende modificar personalidades, ni estructuras intrapsíquicas. Se focaliza en las competencias que determinan una mayor satisfacción en la relación y que promueve su estabilidad y la satisfacción con ella (...)Si ya tienes las habilidades, las profundizas; si no las tienes, las desarrollas", argumentó la académica.
Información periodística: Antonieta Sánchez