Recordar la creación de la norma, su importancia y principales modificaciones, así como examinar el actual panorama energético del país, fue el propósito de las XII Jornadas de Derecho de Energía.
Revisar la Ley General de Servicios Eléctricos, a treinta años de su promulgación, fue el foco de las XII Jornadas de Derecho de Energía, organizadas por el Programa de Derecho Administrativo Económico de la Facultad de Derecho UC. La transmisión y carretera eléctrica, comercialización y concesiones, energía y medio ambiente, y energía y derecho indígena, fueron los cuatro principales temas de este encuentro que reúne a los principales actores de la industria.
El profesor de Derecho UC, Eduardo Soto Kloss, recordó el proceso de elaboración de la normativa en la cual él mismo tuvo una participación clave. El primer paso fue la Ley del 13 de octubre de 1973, que facultó al Ministerio de Economía a dejar sin efecto la fijación de precios de los artículos y servicios de primera necesidad, entre ellos la energía eléctrica. Esto significó un gran cambio, ya que las empresas estatales se regían por un sistema de fijación de tarifas, lo cual resultaba ineficiente. "En esa época hasta el precio del hot-dog estaba regulado", comentó el académico. En otras palabras, se introdujo la competencia de modo de romper con el monopolio que existía.
Luego, en 1978, se creó la Comisión Nacional de Energía, un organismo autónomo y técnico, formado en un comienzo en su mayoría por ingenieros y algunos economistas. Esta comisión se dedicó a desarrollar los estudios del sector eléctrico y fijar los precios de acuerdo a criterios estrictamente técnicos. Y también fue la responsable de elaborar la nueva normativa, la cual había que "traducir" al lenguaje legal. "Era un proyecto hecho por ingenieros, lleno de fórmulas matemáticas. Confieso que después de la primera lectura no entendí nada", recuerda.
La ley fue redactada con gran maestría y promulgada el 13 de septiembre de 1982, ordenando el sector eléctrico y convirtiéndose en modelo para muchos otros países. Como explica el profesor de Derecho UC y uno de los organizadores de las Jornadas, Alejandro Vergara, la nueva normativa "permitió el libre acceso de particulares al sector eléctrico, otorgándoles seguridad jurídica para poder invertir". Aunque la normativa ha sido objeto de una serie de cambios, su estructura continúa intacta. Entre los más relevantes se encuentran, en 1999, la modificación que refuerza las potestades fiscalizadoras de la administración; las dos leyes cortas de 2004 y 2005; y la creación del ministerio de Energía.
A treinta años de la Ley, tres son las principales perspectivas a la hora de hacer un balance, a juicio del profesor Vergara. En el terreno ideológico, a pesar que el modelo la normativa nació en el Gobierno militar, liberal, "de derechas", y fue luego modificado en democracia, con gobiernos de centro-izquierda, se ha mantenido la estructura porque "es un modelo que va más allá de las ideologías, es de interés país", expresó. Luego, en el ámbito jurídico, se ha desarrollado una verdadera disciplina jurídica y hoy se puede hablar con propiedad de "derecho eléctrico". Por último, se ha creado un pujante mercado en torno a la generación de la energía. Entre los desafíos, el mayor escollo según el académico, es el tema de la ocupación del suelo ajeno para instalar torres y líneas, es decir, las llamadas servidumbres. "Cualquiera que sea la fuente, esa energía hay que transportarla". De ahí que se necesita revisar la ley y hacer propuestas para evitar los conflictos.
Por su parte, el ministro de Energía, Jorge Bunster, expresó que hoy Chile vive un momento clave, en el que se necesita de energía para seguir creciendo. Es decir, la energía es un sector estratégico de la economía. Como afirmó, para que el país mantenga un crecimiento del 5% en los próximos 10 años, la demanda aumentará en un 70%, es decir, se deberían incorporar al sistema 7.500 MW.
Actualmente, Chile importa el 70% de la energía que consume, lo que eleva los costos y nos expone a las alzas internacionales como importadores. "Necesitamos más energía, pero no de cualquier tipo, sino que de fuentes limpias, seguras y económicamente eficientes", afirmó el ministro. De ahí que entre las metas futuras están la incorporación creciente de energías renovables, tanto convencionales (hídroeléctrica) como no convencionales (eólica, biomasa, etc), reducir la dependencia de las energías fósiles (como el petróleo), y desarrollar el proyecto de ley relativo a la carretera eléctrica, entre otras. Todo, con el propósito de lograr un adecuado equilibrio entre crecimiento y cuidado del medio ambiente.
En la ceremonia inaugural también participaron el secretario general UC, Mario Correa, y el secretario académico de Derecho UC, Gabriel Bocksang, en representación del decano, Roberto Guerrero.
Información periodística: Nicole Saffie
Jornadas de Derecho de Energía – Diario Estrategia