La ceremonia estuvo marcada por un llamado a comprender el ejercicio del Derecho como un servicio concreto a las personas y no como una práctica abstracta. Asimismo, se destacó el llamado a ejercer la profesión con virtud y vocación de servicio, responsabilidad y compromiso con la justicia. El invitado de honor fue el extenista Jaime Fillol, quien resaltó su compromiso y vocación de servicio con el deporte.
Con la presencia de profesores, funcionarios, familiares y amigos de los graduados, la Facultad de Derecho UC celebró una nueva solemne Ceremonia de Graduación de Primavera 2025 el viernes 19 de diciembre, ocasión en que 161 alumnos recibieron su diploma de licenciados en Derecho en un evento que se realizó en el Salón Fresno del Centro de Extensión del campus Casa Central.
La ceremonia fue presidida por el decano de la Facultad de Derecho, profesor Gabriel Bocksang; la vicedecana, profesora Teresita Tagle; el secretario académico, profesor Cristián Villalonga; el director de Escuela, profesor Cristóbal Izquierdo; y el presbítero de la Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile, padre Alejandro Vial.
Este año, el invitado de honor fue el deportista y extenista chileno Jaime Fillol; mientras que el maestro de ceremonia fue el profesor y director del Programa de Reformas a la Justicia UC, José Pedro Silva.
Iniciado el acto, en que se entonó el himno nacional, se realizó la tradicional invocación a cargo del padre Vial, que dio paso al discurso del decano Bocksang.
Durante su intervención, el decano realizó un llamado a los nuevos graduados a ser herederos intelectuales de una tradición al servicio de la justicia, excelencia y cultura; y a cultivar una vida virtuosa en cuanto a la prudencia, justicia, fortaleza y la templanza.
“Ustedes, graduados, nuevos servidores públicos, no vean en la ciudadanía un ente abstracto. Ustedes, graduados, nuevos abogados de ejercicio, no vean en sus causas la figura abstracta de un expediente. Ustedes, graduados, cualquiera sea su futura actividad, no se aproximen a ella como una abstracción. Claven sus ojos en cada beneficiario de su actividad. Clávenle sus ojos personalmente, artesanalmente, como su vida, la de ustedes y la del beneficiario dependiera de ello”, dijo.
Finalmente, invitó a los graduados a “meditar concienzudamente sobre el diploma que recibirán y sobre cómo hacer que el título que celebran sea una ocasión de servicio a los demás y no de autocomplacencia; de sentido de responsabilidad y no de engreimiento; de conciencia de las infinitas necesidades de justicia en todo ámbito y no de inconciencia bajo la ceguera de la vanagloria; de humilde vocación de amor y no de soberbia estéril. Humilde vocación de justicia a través del amor que a ustedes debe llamarlos y que se encuentra en las antípodas de la soberbia. Con humilde vocación de amor, sobre todo a los más pobres, a los más necesitados, a los más indefensos”.
A continuación, el invitado de honor, Jaime Fillol, realizó un discurso en el que relató su vida como tenista profesional y en el que resaltó su compromiso y vocación de servicio con el deporte.
“Los invito a que recuerden mi mensaje y consideren mi testimonio como oportuno: dada la fundamentación y bases humanas de la carrera de Derecho de la cual se titulan, ordenar el convivir y facilitar el mejor desarrollo de las personas y de la sociedad es una oportunidad muy grande para aprovechar todos lo talentos y dones recibidos, sirviendo a través de un liderazgo de servicio y de amor generoso a los demás”, concluyó Fillol.
Tras ello, el profesor Cristián Villalonga invitó a los graduados a ponerse de pie para tomar juramento a los graduados.
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