La investigación establece los principales riesgos políticos que afectan a la región. En los primeros lugares del listado se encuentran la inseguridad, crimen organizado y narcotráfico; la corrupción estructural; nueva ola migratoria y deportaciones masivas; y un avance del autoritarismo, entre otros.
La quinta edición del Índice de Riesgo Político en América Latina lanzó hace pocos días el Centro de Estudios Internacionales, que dirige Jorge Sahd.
Se trata de una investigación que se ha consolidado como herramienta clave para los tomadores de decisiones en los sectores público y privado, con una alta repercusión en la agenda nacional e internacional.
El evento de presentación -realizado el 13 de enero- contó con la presencia, además del profesor Sahd, de Carl Meacham, exasesor del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos; el académico de la Universidad Autónoma de Puebla Juan Pablo Prado; el exministro de Hacienda de Colombia Juan Carlos Echeverry; la directora senior para América Latina del National Endowment for Democracy, Miriam Kornblith; la periodista de TN internacional Carolina Amorosso; y el economista jefe y consejero económico del Banco Interamericano de Desarrollo, Eric Parrado.
En una primera intervención, Sahd presentó los riesgos identificados en el informe, destacando que “América Latina enfrenta una serie de riesgos políticos complejos y estructurales que impactan la seguridad, la corrupción y la democracia”. Y recalcó que “estos riesgos requieren atención inmediata de los tomadores de decisiones en la región”.
En la elaboración de esta nueva versión del informe participaron 1.099 personas, incluyendo expresidentes, autoridades regionales, líderes de opinión, académicos y público general.
Así, el estudio identificó diez riesgos políticos, que se detallan a continuación en orden de importancia:
- Inseguridad, crimen organizado y narcotráfico
- Corrupción estructural
- Nueva ola migratoria y deportaciones masivas
- Democracia sin delivery: avance del autoritarismo
- Desinformación y polarización tóxica
- Persistencia inflacionaria
- Agravamiento del cambio climático
- Auge del proteccionismo
- Irrelevancia regional
- Escalada de conflictos bélicos
Al respecto, el informe define que este año se perfila como un período “caracterizado por la complejidad, volatilidad e incertidumbre, en un contexto geopolítico global en transformación, y donde el mundo enfrenta un panorama de barreras cada vez más bajas para los conflictos, donde el derecho internacional se ve frecuentemente ignorado, los organismos multilaterales han quedado relegados a roles secundarios, la carrera armamentista avanza sin control, y el desarrollo nuclear se encuentra bajo mínimas restricciones”.
Durante la actividad de lanzamiento, Eric Parrado abordó los desafíos económicos de América Latina para 2025, subrayando un crecimiento moderado y con presiones fiscales. En cuanto a las proyecciones, señaló que el crecimiento de la región se estima en entre 2% y 2,5%, lo que -planteó-resulta insuficiente para satisfacer las crecientes demandas sociales y de desarrollo. Además, resaltó que la inseguridad representa un costo elevado, alcanzando el 3,44% del PIB, señalando que esto exige la implementación de políticas de seguridad basadas en evidencia.
Por su parte, Juan Carlos Echeverry advirtió sobre los riesgos inflacionarios y políticos que enfrenta América Latina, con un enfoque particular en la inversión extranjera y la estabilidad fiscal. “A pesar de los riesgos políticos, países como México, Brasil y Chile siguen siendo atractivos para la inversión extranjera, lo que ofrece una perspectiva económica más positiva. En cambio, Colombia enfrenta importantes desafíos políticos, con un déficit fiscal elevado y presiones inflacionarias. Las elecciones de 2026 generan incertidumbre sobre la estabilidad económica del país”, destacó.
Sobre las relaciones políticas con Estados Unidos, Carl Meacham anticipó que la nueva administración de Donald Trump reformará las relaciones con América Latina. “Se prevé un enfoque más unilateral y transaccional, con cambios en las relaciones comerciales y un uso más frecuente de aranceles como herramientas de negociación”, comentó.
Además, sostuvo que la inmigración será un tema clave con promesas de deportaciones masivas que afectarán a países de Centroamérica y a las remesas que envían a sus economías.
Y respecto a la competencia geopolítica con China, Meacham sostuvo que será un tema central, con Trump buscando limitar la influencia de este país en la región a través de acciones estratégicas en el Canal de Panamá y otros territorios claves.
En cuanto a situaciones específicas de la región, la periodista Carolina Amorosso abordó el primer año de gestión de Javier Milei en Argentina, destacando los desafíos económicos y de seguridad pública que enfrenta ese gobierno. Asimismo, se refirió a la grave crisis de seguridad debido al narcotráfico en Rosario, y destacó los esfuerzos del gobierno por fortalecer vínculos con la oposición para consolidar su poder político.
Por su parte, el académico Juan Pablo Prado analizó la situación en México, señalando que el país enfrenta serias amenazas internas y externas que afectan su seguridad nacional. “La debilidad del Estado de Derecho y la creciente militarización debido a la violencia y el crimen organizado son factores críticos que generan inestabilidad”, dijo. Además, sostuvo que la relación con Estados Unidos, especialmente bajo la administración Trump, presentará tensiones comerciales y amenazas de aranceles que complicarán la economía.
Luego, Miriam Kornblith abordó la crisis política en Venezuela, destacando que el régimen de Nicolás Maduro ha generado una situación crítica que afecta no sólo a ese país, sino que a toda América Latina. “La corrupción, el crimen organizado y la migración masiva son consecuencias devastadoras de este régimen, que ha llevado a más de 8 millones de venezolanos a abandonar el país, generando una crisis humanitaria en la región”, afirmó.
Finalmente, los panelistas compartieron sus reflexiones sobre los riesgos políticos para 2025, concluyendo que este año será crucial para América Latina, marcado por eventos claves que influirán en la política y en los negocios globales.
Además, recalcaron que la volatilidad y la incertidumbre geopolítica serán factores decisivos en la toma de decisiones empresariales y gubernamentales.