Cada 13 de mayo, y desde 1648, el pueblo de Santiago recorre el centro de la capital junto a la figura religiosa. En esta oportunidad, alumnos, administrativos y profesores de nuestra Facultad participaron con gran entusiasmo.
Con profunda devoción y una multitudinaria convocatoria, el pasado sábado 13 de mayo regresó a la ciudad de Santiago la tradicional procesión del Señor de la Agonía -o Cristo de Mayo, como se le conoce popularmente-, expresión popular de fe que había estado suspendida por tres años.
La procesión del Cristo de Mayo se realiza desde 1648, y es una de las más antiguas y tradicionales del país. En ella, la Orden de San Agustín y los fieles de la ciudad llevan la figura religiosa tallada en madera desde la Iglesia de San Agustín hasta la Plaza de Armas de Santiago.
En la ocasión, se congregó para participar un entusiasta grupo de alumnos, administrativos y profesores de Derecho UC, encabezado por el Decano Gabriel Bocksang, quien afirmó que “la procesión del Cristo de Mayo 2023 ha sido una hermosa ocasión de encuentro y una gran alegría para todos quienes participamos. También un aliciente para seguir encendiendo la fe en nuestro país, y un estímulo para volver a reunirnos el próximo año como comunidad Derecho UC en esta, una de las manifestaciones más antiguas y queridas de la fe de nuestro pueblo”.
Por su parte, María Jesús Sotomayor, alumna de tercer año de Derecho, sostuvo que “la procesión para mí fue un símbolo de esperanza, de que sin importar lo que nos acontece, Chile sigue siendo católico y amando a Cristo, y Él recorriendo las calles de Santiago nos dice que confiemos, que todo estará bien mientras lo miremos a Él. Nos dijo ‘vengan y verán’, hoy más que nunca tenemos que mirar hacia el Señor, tal como lo miramos en la cruz del Cristo de Mayo”.
Finalmente, el Prior Provincial de la Orden de San Agustín, P. José Ignacio Busta, expresó que “fue particularmente digna de destacar la presencia de la Facultad de Derecho en cuanto Facultad: mientras celebraba la Santa Misa, me imaginaba entre nosotros la presencia de San Alberto Hurtado, que tan bien supo conocer y amar los corazones de los jóvenes”, para luego exhortar a los miembros de la Facultad a que el conocimiento del Derecho se dirija “a un sincero y constante deseo de anhelar y sembrar la justicia sobre esta tierra, que es un signo del Reino de Dios”.
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