En la oportunidad participó el profesor de la UDP, Mauricio Duce; el exministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas; y la defensora penal pública, María Paz Bahamondez.

Con una alta participación se realizó el pasado jueves 8 de abril, la tercera sesión del Ciclo de Seminarios Condenas Erróneas y las Principales Causales de éstas donde participó el profesor y director del Programa de Reformas Procesales Penales y Litigación de la Universidad Diego Portales, Mauricio Duce; el exministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas; y la abogada de la Defensoría Penal Pública de Ñuñoa, María Paz Bahamondez.

Durante su exposición, el profesor Duce analizó los reconocimientos oculares y su impacto en las condenas e imputaciones erróneas, demostrando cómo las diligencias de reconocimiento ocular que realizan víctimas o testigos “son diligencias realizadas con mucha frecuencia por los sistemas de justicia penal y a las que suele, además, entregársele mucho valor probatorio al momento de decidir los casos”. Respecto a esto, agregó que “la evidencia científica muestra que los reconocimientos oculares, incluso los procesos más sofisticados como son las ruedas de reconocimiento de imputados o las ruedas fotográficas de reconocimiento, son mucho menos confiables de lo que intuitivamente hemos pensado y que, por tanto, las tasas de error en los reconocimientos son altísimas; el impacto que tiene el excesivo uso y el alto peso que se les da a estas diligencias en la práctica, han favorecido condenas de personas inocentes o imputaciones erróneas”, afirmó Duce.

Finalmente, el académico sostuvo que se deberían adoptar diversas medidas para mejorar la práctica en relación a este tema y que van desde la “capacitación de los actores institucionales que intervienen en los procedimientos de reconocimientos, en la introducción más intensa de tecnología que permita superar varios de los problemas de la práctica, en el fortalecimiento y desarrollarlo de una comunidad especialista que investigue y aporte más en materia de reconocimiento, junto con realizar algunas reformas legales que regulen cuestiones que hoy en día no lo están y que se han prestado para prácticas poco rigurosas y muy heterogéneas a lo largo del país”.

Por su parte la defensora penal pública, María Paz Bahamondez, comenzó su ponencia dando a conocer el Proyecto Inocentes, el cual busca “poder mostrar a las autoridades, a la sociedad y al sistema, ciertos casos ocurridos en Chile que evidencian de una forma muy clara ciertos errores que conllevan una privación de libertad injusta, como una ampliación en la detención o una medida cautelar de prisión preventiva”.

En este sentido, Bahamondez explicó el caso de Luis González, quien producto de una detención errónea por parte de una persona (acusación) quedó en prisión preventiva durante 18 días. “La idea es poder mostrar que esos casos han ocurrido, están y seguirán ocurriendo si no logramos erradicar ciertas prácticas que nos pueden llevar a un grado alto de error”.

Al igual que el profesor Duce, la abogada afirmó que es necesario “entregar ciertas herramientas, proponer ideas que permitan llevar prácticas de reconocimiento que sean más prístinas y eficientes para reducir el rango de error en una sentencia condenatoria o una resolución de medida cautelar”.

Por último, el exministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, aseguró que las condenas erróneas son un problema “serio y muy desafiante, pero que el sistema lo contempla”. Esto, agregó Cisternas, se da por medio del Recurso de Revisión. “La existencia de la norma da cuenta de que el sistema prevé que pueda haber sentencias y condenas erradas”.

Sobre los “insumos” antes de los juicios, que Cisternas los identificó como las policías, documentos y actitudes de las partes, “inciden en lo que se va obteniendo en el transcurso del juicio”. Asimismo, añadió que las múltiples etapas de los procesos “permiten filtraciones y quiebres”, razón por la cual se hace necesaria la vigilancia permanente para “evitar que se produzcan las causales de errores que se encuentran antes, durante y después del juicio”.

No obstante que está reconocido por la ley, la situación de condenas erróneas o errores en los procesos, eso nos obliga a estar permanentemente vigilantes y colaborar unos con otros para que efectivamente esto no se produzcan”, concluyó el exministro.