El académico y alumni de Derecho UC integra el directorio desde hace tres años. Ahora, en su nuevo rol dice que “los años que vienen plantean la necesidad de ir reforzando el trabajo educativo con las generaciones más jóvenes y de profundizar la transversalidad política del compromiso con los derechos humanos”.

De manera unánime, el directorio del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos eligió a Patricio Zapata, profesor y exalumno de Derecho UC, como nuevo presidente.

En una sesión realizada el 16 de abril, el organismo definió también un nuevo Comité Ejecutivo del Directorio, que quedará liderado también por Zapata, en su calidad de presidente.

El académico imparte clases en la Facultad de Derecho UC en el departamento de Derecho Público. Además, es candidato a Doctor en Derecho por la Universidad de Chile, máster en Derecho por la Universidad de Harvard (EE.UU.), magíster en Ciencia Política por la Universidad Católica y Licenciado en Derecho, también por la UC.

Desde hace alrededor de tres años que integra el directorio del Museo de la Memoria. Y la decisión en torno a su nombre como presidente lo sorprendió. “No me lo esperaba. Creo que en el mismo directorio del Museo existen muchas otras personas que tienen una trayectoria más potente que la mía en la tarea de defender los derechos humanos en Chile y de sostener sitios y espacios de memoria. Por distintas razones, esas personas no estaban en posición de asumir”, comenta Zapata.

¿Cómo recibió la noticia de haber sido elegido, por unanimidad, como presidente del directorio?

Yo creo que el Museo de la Memoria es uno de los espacios culturales y morales más significativos de nuestro país. Representa, ni más ni menos, que la voluntad colectiva por mantener vivo el recuerdo de quienes fueron víctimas de atroces violaciones a su dignidad, siempre con el propósito de contribuir a un consenso transversal que asegure para nuestros hijos y nietos el indispensable “Nunca Más”. En ese contexto se entenderá hasta qué punto me considero profundamente honrado y completamente comprometido con esta responsabilidad.

¿Qué medidas le gustaría impulsar como presidente?

Me siento absolutamente continuador del trabajo que ha hecho el directorio desde la instalación del Museo en 2010. Las dos primeras presidentas del directorio, María Luisa Sepúlveda y Marcia Scantlebury, cumplieron brillantemente con su misión y son un modelo para mí. Dicho lo anterior, entiendo que los años que vienen plantean la necesidad de ir reforzando el trabajo educativo con las generaciones más jóvenes y de profundizar la transversalidad política del compromiso con los derechos humanos.