María Paz Madrid, Profesora del Departamento de Fundamentos del Derecho.
La singularidad del libro Libertad de Cátedra. Moderna y Antigua, recientemente publicado por el Profesor Raúl Madrid (Pontificia Universidad Católica de Chile), es evidente. La obra se compone de dos partes: una primera, en la que se incluyen dos artículos del académico, publicados en revistas indexadas: El concepto de ‘libertas scholastica’ y el modelo metodológico de la universidad medieval, y El concepto de ‘libertad de cátedra profesional’ y la diversidad de proyectos universitarios. La segunda parte consiste en la transcripción de un coloquio para comentar estos trabajos, en el que participaron los Profesores Carlos Frontaura Rivera, Fernando Montes sj., Cristóbal Orrego, Carlos Peña, Eduardo Valenzuela, Ángela Vivanco y el propio Raúl Madrid. El objeto del coloquio era, sobre la base de los textos, discutir acerca del concepto de libertad de cátedra y su importancia creciente en el mundo académico contemporáneo.
La iniciativa se destaca no sólo por su rigor científico, sino también por su innovación. El Coloquio trató de imitar el esquema de la escuela medieval, quaestio disputata, en virtud del cual destacados abogados y profesores discutieron en torno a los textos referidos recientemente. Incluso el formato de la actividad fue llamativo, puesto que la mesa en la que discutieron los profesores no estaba de cara al público, sino que todos ellos estaban congregados en torno a una mesa redonda, y el público a su alrededor.
La tesis central de Madrid, presente en ambos textos, es la siguiente: el concepto de libertad de cátedra está presente en cada uno de los modelos epistemológicos que el autor reconoce, y por tanto, no es posible dar una definición única del mismo, que sea aplicable a todos los paradigmas universitarios. En otras palabras, el concepto de libertad de cátedra, su contenido y límites depende directamente de las características de la universidad en la que dicha noción se estudia, toda vez que el fin último de las instituciones de educación superior ha variado a lo largo de los siglos. Formalmente, el rótulo “libertad de cátedra” fue concebido en la modernidad, y no cabe aplicarlo a la universidad escolástica, puesto que no comprendería la especial misión de la universidad escolástica, y el fin de la búsqueda de la verdad abierta a la trascendencia que esta perseguía; sería un anacronismo. Por tanto, para Madrid, el concepto en comento debe delinearse a partir de las especiales singularidades y características del modelo metodológico que se estudie.
La utilidad del libro es innegable. En tiempos en los que se discute el papel que desempeña un profesor universitario en un aula de clases -y con mayor razón, en aquellas universidades con ideario, descendientes del modelo metodológico escolástico-, el presente trabajo viene en recordar cuáles son los deberes y los límites para aquellas personas que se desempeñan como docentes en las instituciones de educación superior.