El Mercurio
A 49 días del plebiscito de salida, el Presidente Gabriel Boric instaló un debate al anunciar en un matinal de televisión que 'de ganar el Rechazo, lo que va a pasar es que vamos a tener que prolongar este proceso por un año más, en donde va a tener que discutirse todo de nuevo a partir de cero'. Con sus declaraciones, el mandatario dio cuenta de lo que se cree es un denominado plan B constitucional.
A las reacciones políticas iniciales se sumaron las de académicos y especialistas, los que consultados por 'El Mercurio' analizaron la ruta constitucional que debería seguir el proceso, ante la eventualidad de ganar el Rechazo el 4 de septiembre.
En el trayecto a Utrecht, Países Bajos, el académico UDP Javier Couso comentó a este diario que 'todo jefe de Estado no puede quedarse pasivo ante las alternativas que puedan ocurrir como un eventual cambio constitucional. Parece razonable que el Presidente Boric no se quede sentado mirando sin tener ningún curso de acción ante la eventualidad de que prevalezca el Rechazo'.
Sobre lo expresado por el gobernante, la exministra del TC Marisol Peña no concuerda, 'porque a estas alturas es bastante evidente que la Convención Constitucional no logró reflejar la ansiada ‘casa de todos' y pretende imponernos un modelo de convivencia y de sociedad que no interpreta a la mayoría de los chilenos. Luego, el experimento de una Constitución redactada con una mirada ciudadana no resultó exitoso por las razones indicadas y porque cierra los espacios a la deliberación democrática en el Congreso por la vía de llenar de calificativos y exigencias, especialmente, la regulación de los derechos sociales que eran aquellos en que más expectativas había depositado el pueblo de Chile'.
La también académica cree que se le debería decir al mandatario que lo que 'correspondería, en caso de triunfar el Rechazo, es que el Congreso Nacional, que nunca ha perdido la potestad de reformar la Constitución, se abocara a esa labor rescatando lo mejor de la Carta vigente, lo que ha posibilitado el desarrollo y crecimiento de Chile'.
Mientras que para el académico de Derecho UC Sebastián Soto, 'todo proceso constituyente es incremental, es decir, se levanta sobre lo ya hecho y no necesariamente debe repetirlo. Así como la Convención no repitió los encuentros autoconvocados de la Presidenta Bachelet, sino que los tuvo en consideración, la próxima etapa del proceso constituyente que empezaría tras el rechazo debe tener en consideración las deliberaciones que ha habido en estos años, pero no retroceder al 2021 como si nada hubiera pasado'.
La forma, mecanismo y procedimiento son parte de las incógnitas. Así lo afirma, por ejemplo, el exministro del TC Enrique Navarro, para quien 'existen diversas vías para poder discutir un nuevo texto constitucional. No debe olvidarse que la reforma de 2005 se inició en el Senado. Lo que sí es indispensable es que cualquiera sea el texto que se proponga a futuro, sea también aprobado por los ciudadanos en un plebiscito'.
Al académico y constitucionalista Tomás Jordán, de la U. Alberto Hurtado, le 'parece que el Presidente hace bien al ponerse en los distintos escenarios. Hace una semana hablaba de que no tenía mayor problema en que si se aprobaba debía eventualmente reformarse en el Congreso. Y dos, se ponía en el escenario de que gane el Rechazo, y, por lo tanto, siendo leal desde su perspectiva y fiel al plebiscito del 2020 en que se votaron dos cuestiones, nueva Constitución y una Convención 100% elegida, aboga por que sea esa la fórmula que se mantenga en el tiempo, y eso me parece que permite dar certezas políticas, jurídicas, aunque, creo yo, es menos costoso el Apruebo con reforma que cualquier otra fórmula que nos hará necesariamente partir de cero'.
Si bien no convergen, los análisis dan cuenta de lo amplio del debate y de lo abierto que está de cara al resultado del plebiscito de salida y en que, tal como lo dijo el presidente de la Cámara, Raúl Soto, el mandatario deberá recurrir al Congreso para rehabilitar el proceso constituyente.
