La Segunda
Jorge Sahd 158x1583
 
La ausencia del jefe de la misión diplomática coincidió con un estilo más decidido de Beijing.
 
Se supone que la empresaria cubanoestadounidense, Leora Rosenberg Levy debió aterrizar en algún momento del último año en el aeropuerto de Santiago después de que el 26 de septiembre de 2019, el Presidente Donald J. Trump anunció su intención de nominarla al Senado como la embajadora de EE.UU. en Chile.

Pero ahí quedó. Su nominación sigue pendiente en Washington. A dos semanas que la administración Trump expire, probablemente nunca la veremos en el edificio de la Av. Andrés Bello.

Chile así está a punto de cumplir dos años sin un jefe diplomático estadounidense desde el regreso (en enero de 2019) a su país de la enviada por Barack Obama, Carol Pérez. Y con ello, atrás quedaron los días donde el embajador de EE.UU. era un protagonista en Santiago y se hacía sentir.

'Su presencia es muy relevante. Si bien la diplomacia se expresa de múltiples formas y por distintos actores, el peso político de un embajador de EE.UU. es fundamental, sigue siendo la principal potencia a nivel mundial y un referente para los países occidentales. La alianza estratégica de América Latina con EE.UU. se revitaliza con la presencia activa de un embajador', afirma el director del Centro de Estudios Internacionales de la UC, Jorge Sahd.

'Los embajadores tienen un rol muy importante, más allá de la representación del país, tienen un rol en comunicación, negociación entre los países. Tiene la promoción de la defensa y de los intereses nacionales en el extranjero', asegura Pablo Cabrera, ex embajador de Chile en China.

Hoy EE.UU. está representado en nuestro país por el encargado de negocios, Richard Gleen. Más allá de cómo están nuestras relaciones con EE.UU. Cabrera explica que la ausencia de un embajador en Chile 'se debe a un problema interno de EE.UU. más que a una decisión política'.

¿Más China?

Justo cuando EE.UU. no tiene embajador en Chile, las relaciones entre la primera economía del mundo y China se han deteriorado en los últimos dos años. Beijing y Washington se han peleado por el coronavirus, el comercio, la tecnología 5G, entre otros a suntos.

En ese contexto, diplomáticos de ambos países en distintas partes del orbe se han convertido en un verdadero centro de batalla comunicacional y el gigante asiático ha optado por una diplomacia más protagónica.

Por ejemplo, algunos medios estadounidenses, como Politico.com, han instado a que la próxima administración de Joe Biden no nomine a un personaje prominente como embajador en Beijing, 'donde pasa mayormente aislado', sino que a cambio lo instale en Canberra —Australia y China llevan meses de conflictos, con boycotts chinos a productos de la isla incluidos— 'donde podría debatir públicamente con embajador de China en Australia'.

Debates que en nuestro país no se dieron. El exembajador chino Xu Bu, que dejó Santiago en octubre pasado, tomó una fuerte agenda mediática cuando un algún tema involucraba a su país y tuvo pista libre para promover los intereses de Beijing. Y no tuvo una contraparte estadounidense.

Xu fue el encargado de responder desde Chile al secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo cuando vino por menos de 24 horas a Santiago en abril de 2019 a alertar sobre las inversiones chinas en Latinoamérica. El diplomático chino lo trató de 'hipócrita'. Luego de lo cual no hubo respuesta estadounidense.

Así Xu, durante su misión iniciada en enero de 2018, concedió entrevistas a varios medios y escribió columnas de opinión y cartas al director lo que lo convirtió en un activo protagonista de la agenda. 'No hubo contrapeso efectivo al ‘lobo guerrero' asiático por la falta de nombramiento de un embajador de EE.UU. en Chile. De eso no cabe dudas. En un mundo crecientemente bi-polar, la presencia política de EE.UU. se hace más necesaria que nunca', asegura el experto de la UC.

Sin embargo, agrega Sahd, es probable que el embajador chino hubiera actuado de la misma forma si es que hubiera habido un embajador estadounidense en Chile, 'porque es un patrón en esta nueva diplomacia China. Lo vemos en Australia y Francia, por citar algunos ejemplos. Pero sí se sintió la falta de un contrapeso público más permanente que pusiera sobre la mesa la visión estadounidense'.

Mientras que para el exembajador Cabrera 'quizás si hubiera habido un embajador estadounidense hubieramos visto declaraciones por los diario de los dos embajadores'. Sin embargo no cree que la visibilidad que tuvo el embajador chino esté relacionada con la relación de Chile con EE.UU.

'Quizás las disputas y desaveniencias, comerciales primero, después estratégicas y de alta tecnología, han tenido una evolución en la relación entre EE.UU. y China. Y es una evolución que ha afectado las relaciones entre los dos y ha tenido efecto en el sistema internacional por la importancia, conexiones e influencia que tienen estos dos países, entiendo que la importancia de las declaraciones del exembajador en chino en Chile hay que inscribirlas en la reacción del gobierno chino' frente a declaraciones de EE.UU. Pero, aterriza, tal como Sahd, que esto se dio en todas partes del mundo.

'Lo que pasa es que hoy día con las redes sociales, con la comunicación digital se conocen más. Antes se canalizaba todo por las cancillerías. Hoy día están más expuestos y hay más emotividad en la información. Pero no creo que una menor o mayor presencia de un embajador estadounidense en Santiago determine la acción de un embajador chino', afirma el exembajador chileno en Beijing.