El Mercurio

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Para el también exdirector de Presupuestos es clave que el plan de emergencia mantenga la característica transitoria, que permita al país mantener la estabilidad fiscal y equilibre el crecimiento de la deuda pública. Por ello, insiste en la flexibilidad de los instrumentos y no descarta rebaja de impuestos.
 
Integró el grupo de los 16 economistas convocados por Hacienda para la propuesta económica con la que enfrentar la pandemia, y se le señala como uno de los que tendió puentes para allanar el acuerdo que desembocó en el documento.

De hecho, para el profesor de Derecho UC, investigador de Clapes UC y exdirector de Presupuestos, Rodrigo Cerda, el documento sobre el cual discute el Gobierno y la oposición le significó modificar sus propios planteamientos, lo que hizo con la convicción de que el diseño consensuado era el adecuado para enfrentar la crisis.

-Clapes UC tenía una propuesta de US$ 8.000 millones y en el grupo de economistas convocados por Hacienda usted adhirió a la propuesta de US$ 12.000 millones. ¿Por qué?

'Todos teníamos la convicción de que había que llegar a un acuerdo, porque el país así lo requiere. Hoy estamos esperando que la crisis sea más dura y un poco más extensa que lo que habíamos previsto. Lo segundo es que es un plan transitorio, con un horizonte de 24 meses y un monto que es un 'hasta'. No necesariamente hay que usar los US$ 12.000 millones: tiene una ley que lo inicia y le pone fecha de término'.

-¿Por qué es tan relevante eso?

'Porque este es un gasto que no debiera quedar en forma permanente en los presupuestos futuros. Esa fue gran parte de la discusión que tuvimos, porque, así como en la crisis de 2009 el fisco hizo un plan importante, después algunas de sus partes ya no se pudieron eliminar. Y no solamente pasó en 2009: en los planes del 88 y 89 se creó el programa ProEmpleo, que buscaba un incentivo temporal que tampoco se pudo eliminar. Por eso este paquete se diseñó con un fondo que es completamente extrapresupuestario, que empieza y termina y no se perpetúa en el tiempo, porque si eso llega a pasar nos genera un problema fiscal permanente'.

-¿Cuán deteriorado ve el escenario fiscal?

'Una vez que salgamos de esta crisis, que puede ser en un horizonte de uno o dos años, la deuda del fisco va a estar en torno a 43 puntos del PIB y con menos activos, porque se va a usar el Fondo de Estabilización (FEES). Nuestro documento señala que saliendo de esta pandemia hay que moderar los déficits fiscales para que la deuda fluctúe en torno a 45%. Además, hoy tenemos un gasto en torno a 24% del PIB y con nuestra propuesta creemos que vamos a llegar cerca del 27% del PIB. Al ser transitorio estamos cautelando que eso se devuelva'.

-El diseño también contempla menos beneficios tributarios que la propuesta de Clapes y tampoco se menciona la reasignación presupuestaria.

'El tema reasignaciones o subejecución lo tiene que ver el Gobierno. Nos pareció más limpio dejar esto separado en un bolsillo que llamamos fondo Covid. En el tema de los impuestos primó el que queremos que sea lo más flexible posible, porque hay mucha incertidumbre de cómo va a seguir esta crisis'.

-¿Le dejan al Ejecutivo la decisión sobre impuestos?

'Así es. Eventualmente, el Gobierno puede ser más o menos agresivo con gasto público, o más o menos agresivo con disminuciones de impuestos. Es decir, si se pudiera controlar rápido el tema sanitario tal vez podríamos volver a cierta normalidad en la economía y en ese momento se requiere impulso a la inversión a través de impuestos. Si es más difícil controlar la parte sanitaria y tenemos más cuarentenas, habrá que extender el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Es importante que el Gobierno tenga esta flexibilidad y también que rinda cuenta de sus decisiones en el Congreso y se vayan discutiendo las medidas'.

-¿Es el mismo análisis para los subsidios al empleo?

'Va a llegar un momento en que vamos a volver a trabajar, pero en una economía más chica que quizás no tenga el mismo número de puestos de trabajo de antes o que se paguen los mismos salarios. Ese es el momento para los subsidios al empleo: la idea es que sea el puente entre una situación de crisis sanitaria y una en que la economía se echa a andar. En ese momento también las empresas que muestren solvencia es posible que necesiten algo de impulso fiscal con una disminución de impuestos transitoria, de PPM, con depreciación instantánea. Los instrumentos son múltiples'.

-Uno de los puntos que se mantienen en la discusión para cerrar el acuerdo es el monto y la cobertura del IFE. ¿Podría aumentarse?

'Nosotros hicimos sugerencias que entregamos al ministro (Ignacio Briones) y a la comisión de Hacienda, ellos tendrán que ver en qué termina esa discusión, pero es importante tener en cuenta que tenemos restricciones fiscales. El primer plan del Gobierno fue cuantioso y estamos discutiendo el segundo, de manera que cuando salgamos de esta crisis vamos a tener una situación fiscal bastante más complicada. Entonces, eventualmente puedes ir subiendo el Ingreso Familiar Emergencia, pero eso significa que vas a tener que disminuir alguna otra ayuda. Es un trade off y por eso decimos que hay que dejar espacio para la reactivación'.

-La propuesta del Fogape dice eliminación del deducible y ampliarlo a más empresas. ¿Con tasas de interés de mercado?

'El principal problema ahora es para las empresas más pequeñas, pero tenemos la economía bastante parada y eso va más allá de que la empresa sea pequeña o sea grande. Tal vez no es necesario eliminar todos los deducibles para las empresas más grandes, pero sí revisar los porcentajes por lo menos'.

-Para las empresas grandes, el economista Álvaro Díaz, del PS, se opuso en la comisión…

'Uno de los problemas del Fogape para las empresas grandes es que hubo una fijación de la tasa de interés. Entonces, necesitamos darles cierta flexibilidad en el corto plazo a esas empresas para que se mantengan en pie. Desde ese punto de vista, es importante que tengan tasas de interés sin tope y que puedan acceder a este mecanismo de endeudamiento, más que meterse en la participación o propiedad de esas empresas'.

-¿No considera alternativa que el Estado ingrese a la propiedad de empresas grandes?

'Este tipo de mecanismos de endeudamiento son adecuados, pero no es bueno meterse en la propiedad de las empresas, porque cuando el Estado se mete en la propiedad empieza a competir con otras empresas similares'.

-¿Podría Latam optar por estas garantías?

'Latam es una empresa multinacional. Eso significa que no toda la garantía seguramente tiene que venir desde el Estado chileno, otros Estados también tendrían que hacerse parte de esto. El riesgo de que se caiga una empresa grande es romper las cadenas de pago y eso afecta a otras empresas más chicas. Ese empleo hay que cuidarlo'.

'Eventualmente, puedes ir subiendo el Ingreso Familiar Emergencia, pero eso significa que vas a tener que disminuir alguna otra ayuda. Hay que dejar espacio para la reactivación'.


'Latam es una empresa multinacional. Eso significa que no toda la garantía seguramente tiene que venir desde el Estado chileno, otros Estados también tendrían que hacerse parte de esto'.

'Vamos a tener que esperar a la última parte de 2021 para ver cuál es el crecimiento genuino de nuestra economía'

El documento elaborado por los economistas convocados por Hacienda recogía las proyecciones de entidades multilaterales -OCDE, FMI, Banco Mundial- de una caída del PIB de 5,5% este año y un crecimiento de 5,1% para 2021. Sin embargo, Rodrigo Cerda advierte que bastante de esa proyección tiene ruido estadístico y no se ve crecimiento genuino de la economía hasta finales de 2021. Incluso, con riesgos. Explica que 'por bases de comparación -porque el cuarto trimestre del año pasado fue bastante malo después del 18 de octubre- deberíamos ver hacia final de año una mejoría importante y un cierto rebote que se va a extender a la primera parte del año 2021'. En esa línea, señala que 'no necesariamente significa que vamos a cerrar las brechas de PIB, vamos a tener que esperar a la última parte de 2021 para ver cuál es el crecimiento genuino de nuestra economía una vez que se desaparezcan los efectos de base de comparación bajo'. Sobre todo en un contexto más preocupante, 'porque los comités de expertos del PIB de tendencia están proyectando crecimientos mucho más cercanos al 2% en el mediano plazo, lo que nos dice que hay una desaceleración y que el crecimiento más genuino de la economía es mucho más bajo de lo que teníamos a mitad del año pasado'. Agrega que otros dos factores podrían tener incidencia en el ritmo de recuperación: 'en 2021 vamos a estar cruzados por el tema constitucional y eso también puede generar mayor incertidumbre sobre la inversión y, por lo tanto, retrasar en algo la recuperación'. Lo segundo es 'el riesgo de que haya un rebrote de violencia', advierte.

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