La Tercera

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Procedimientos ante denuncias, acompañamiento a las víctimas y detección de situaciones abusivas son los tres ejes del nuevo protocolo de la Iglesia Católica en Chile, para prevenir los casos de abusos sexuales a menores de edad.

Se trata del documento llamado "Cuidado y esperanza", que ayer fue presentado por la Conferencia Episcopal (Cech), el cual actualiza las normas dispuestas en 2003 y modificadas en 2011, cuando se creó el Consejo Nacional para Prevención y Acompañamiento de Víctimas.

"Los siguientes párrafos (en relación al escrito) son el fruto de un proceso emprendido por nuestra Iglesia en uno de los momentos más dolorosos de su historia. Los abusos contra menores perpetrados por clérigos marcan, ciertamente, un antes y un después en la vida eclesial chilena", sostuvo el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, actual presidente del mencionado consejo.

Esta normativa, ya aprobada por el Vaticano y que entrará en vigencia el 16 de julio próximo (Día de la Virgen del Carmen), "busca dar una respuesta integral de la Iglesia frente a este flagelo", destacó el obispo de Melipilla, Cristián Contreras, secretario general de la Cech y quien encabezó la presentación del documento.

Las "líneas-guía", como se las denominó, consideran la formación y capacitación en la temática de la prevención del abuso, de todos aquellos que presten servicios pastorales. También disponen que esas mismas personas "no puedan tener juicios pendientes en estas materias" para desempeñarse en la Iglesia, y que cada uno de ellos firme un compromiso de adhesión a estas políticas. "Quienes las contravengan estarán inhabilitados para prestar sus servicios en la Iglesia", subraya el documento eclesial.

La doctora en derecho canónico, Ana María Celis, destacó que el nuevo protocolo para enfrentar estas situaciones, entre otros puntos, "facilita la recepción de antecedentes y denuncias, y busca que el apoyo y acompañamiento a las víctimas sea más rápido, así como el proceso en su conjunto y la determinación de eventuales medidas cautelares".

El presidente de la Conferencia Episcopal, en tanto, cardenal Ricardo Ezzati, indicó que "en un tema tan delicado, que ha sido motivo de heridas todavía abiertas en nuestra Iglesia, esperamos que esta actualizada normativa garantice de un mejor modo el esfuerzo de todos para desterrar, definitivamente, la lacra del abuso de los contextos eclesiales".

En este contexto, el obispo Cristián Contreras también recordó que "las acciones de un sacerdote, de (Fernando) Karadima, siguen afectando a nuestra Iglesia en Chile, y ese es un daño inconmensurable, que esperamos que con estas líneas guía podamos, de alguna manera, responder a aquello, y al clamor de tanta gente que ha visto su vida lesionada por este sacerdote".

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