Pulso
¿Cuáles son las principales conclusiones a las que llegan en el libro? —Me preocupa esta inmediatez con la que se hacen las cosas. Es decir, aplicar un proyecto de reforma tributaria en 100 días, que finalmente entrará al Congreso en 25, me da terror. Además, creo que el uso del lenguaje y el apego a ciertos paradigmas hay que cambiarlos, porque o si no significa que no estamos entendiendo nada de qué es lo que se está anunciando con la reforma tributaria, que es una tasa del 35% que va a gravar a las utilidades que generen las empresas. En ese sentido, la división de global complementario y primera categoría es una división que no tiene ninguna importancia para el 99% de los contribuyentes. ¿En qué sentido? —En que acá no hay dos impuestos en el nuevo modelo que se está proponiendo, porque se pagarán en un mismo momento ambos.
Entonces, seguir hablando de cuánto es la tasa de primera categoría es no entender. De todas formas esto sería un proceso gradual... —Efectivamente, porque del 2018 en adelante parte el proyecto en forma permanente. En el período de duración de este gobierno que dice que sube el impuesto de primera categoría de 20% a 25% y baja el global complementario de 40% a 35%, pero recordemos que en estos 4 años se sigue manteniendo el modelo antiguo y por eso tiene sentido hablar de esto separadamente. Pero yo me imagino que lo que a todo el mundo le interesa es lo permanente, y eso es 35%. Discutir el 25% es confundir a las personas. ¿Las empresas tienen internalizado este aumento al 35% que Ud. menciona? —Claramente no, porque no está internalizado ni siquiera por los parlamentarios.
El costo de caja que van a asumir las empresas es de 35%, es importante entender eso, y el gobierno tiene que sacar esa cuenta. Que las empresas van a subir al doble su tributación, porque antes del terremoto la tasa era de 17%, y en cuatro años subió al doble. ¿Qué efectos podría tener en la economía la reforma? —Nosotros nos fuimos a hacer un aporte de armonía y coherencia de las normas tributarias para que funcionen adecuadamente.
No tomamos la posición de economistas para ver si esto afectará la economía o no. No es nuestra expertise. Pero vimos que lo que se está planteando, ni siquiera es con equidad, porque el tema de las pymes es grave, ya que claramente les pega más. ¿La depreciación instantánea es una buena idea para compensar la eliminación del FUT? —Que sea equiparable no tiene que ver, porque el FUT es un mecanismo de incentivo de ahorro transversal independientemente del giro, mientras que la depreciación instantánea sólo va a beneficiar a aquellas empresas que tengan inversiones en activos duros.
Con todo, ¿la reforma podrá recaudar los US$8.200 millones planteados? —Ahí nos vamos nuevamente al período permanente y transitorio. En el permanente más que sobra, porque estará en los 35%, pero durante estos cuatro años hay que sacar cuentas, porque no tengo tan claro que con un aumento de 1,25 puntos, que es lo que toca aumentar este año, dé lo que se necesita.
