El Mercurio

Marcos-Jaramillo-Contreras

Señor Director:

En relación con La Araucanía, hay un pequeño grupo de personas que está tratando de cambiarla realidad. A los habitantes, mayoritarios, de la región se les llama "colonos", aunque sean más chilenos que cualquiera, o "latifundistas", aunque tengan pocas hectáreas de terreno. En su última columna, el rector Peña habla de "La guerra chileno-mapuche". Es muy grave lo que afirma. En La Araucanía, de donde provengo y que conozco con mucho detalle, no hay ninguna "guerra chileno-mapuche"; la inmensa mayoría de los habitantes de esa región, incluyendo al pueblo mapuche, es gente de paz.

Lo que sucede es simplemente el resultado de una política nacional de 20 años que ha promovido la lucha de clases, entregando nuestra soberanía a entes extranjeros ideologizados, y una desidia en imponer el orden público.

Era de perfecto conocimiento el arribo de extranjeros activistas con el fin de incitar a romper la paz social. Era de perfecto conocimiento el envío de algunas personas a entrenamientos terroristas en el extranjero. Era de perfecto conocimiento que la violencia iba en aumento. Y aunque no aparezca en las noticias, diariamente hay uno o varios ataques terroristas en la zona. Es horade actuar, pero sin falsedades, La Araucanía es chilena, pertenece a los chilenos y todos queremos sacar de la pobreza a esa región. Hace falta una nueva legislación que proteja verdaderamente los intereses de todos los chilenos, incluyendo a los mapuches, que también son chilenos.