El docente de la Universidad de Columbia ahondó en las bajas tasas de alfabetización en Grecia y Roma y en cómo esto afectaba la vida de sus habitantes.
Frente a profesores y alumnos de pregrado y postgrado de la Facultad, el profesor de historia antigua y director del Center for the Ancient Mediterranean de la Universidad de Columbia, William Harris, dictó la charla El problema de la alfabetización en el mundo clásico y su importancia.
El catedrático inició su presentación explicando que, contrariamente a lo que dicen los textos de historia, ninguna región de Grecia o Roma alcanzó una alfabetización masiva, puntualizando que algunos estudios han demostrado que los niveles de alfabetización adulta en dicho territorio difícilmente sobrepasaron el 20%.
El profesor Harris aseguró que la visión errada de los niveles de alfabetización responde, en gran medida, a una idealización indiscriminada y ahistórica del pasado clásico. "Las personas que escriben sobre este tema no son historiadores sociales o si lo son, no comprenden la estructura social del mundo greco-romano".
Argumentó que el estudio del contexto histórico de otras sociedades sugiere que la alfabetización masiva sólo se puede alcanzar como resultado de ciertas causas positivas. Utilizando como ejemplo el proceso de alfabetización de Inglaterra, el docente determinó que las principales razones para su desarrollo fueron la expansión de la imprenta, el protestantismo y la industrialización incipiente. "Nosotros debiéramos tomar nota de la ausencia de estos tres factores en la historia de Grecia y Roma".
Incluso, agregó, "los académicos han intentado convertir el sistema escolar griego y romano en algo moderno, pero de hecho, no existía un sistema escolar como tal".
El profesor de Columbia también abordó los efectos de esta baja alfabetización para el mundo clásico. "La alfabetización parcial de los habitantes del Imperio Romano favoreció el control vertical y le otorgó una tremenda estabilidad política". Asimismo, agregó, "le dio a sus ciudadanos la posibilidad de detentar ciertos derechos fijos y cognoscibles tanto para los alfabetizados como para los no alfabetizados" y permitió a ciertos griegos y romanos crear una hegemonía cultural.
En términos económicos, declaró el profesor, la cultura alfabética del mundo clásico ayudó no sólo a los que conocían el lenguaje. "Quienes eran analfabetos, si es que eran lo suficientemente listos y afortunados como para saber cómo usar los documentos y las personas que sabían escribir, podían transformarse fácilmente en ricos. Tanto el emperador Carlomagno como el rey William I de Inglaterra son dos ejemplos de grandes personajes que se presume analfabetos".