Catalina Botero Marino dirigió esta actividad que buscó profundizar en la importancia de la libertad de expresión, sus características y fundamentos, así como abordar sus límites en Internet y los desafíos que conlleva.

El pasado 26 de mayo se desarrolló, en modalidad híbrida, el seminario Libertad de expresión y sus retos contemporáneos, actividad que fue organizada por los profesores Johanna Fröhlich y Gonzalo Candia, académicos del curso de Derechos fundamentales y Derechos Humanos impartido por nuestra Facultad. La instancia contó con la participación de la académica de la Universidad de los Andes (Colombia) y UNESCO Chair de Libertad de Expresión, Catalina Botero Marino.

La experta, quien además forma parte del Consejo de Supervisión externo y autónomo del grupo Meta, comenzó su intervención explicando cómo se ha desarrollado la curva de aprecio a la libertad de expresión en la región en los últimos 25 años. “Cuando se crea la Carta Democrática Interamericana, salvo Cuba, todos los países de la región venían saliendo de dictaduras. En ese momento se genera un gran consenso en relación a la defensa de las instituciones republicanas y de algunos derechos como el de la libertad de expresión, que ha sido considerado como ‘el primer derecho’”, explicó. Sin embargo, “hoy es un consenso frágil y a esa fragilidad se suma la dificultad que ponen las redes sociales. A ellos se suma que una desafección democrática”.

Continuó su intervención definiendo la libertad de expresión como “un derecho de todas las personas insertas en un sistema democrático, que parte de una premisa básica que es que las personas somos razonables”. Indicó, a su vez, que cumple tres funciones clave: es una barrera de resistencia que protege el derecho individual de hablar, opinar, pensar y divulgar y, al mismo tiempo, de oír, conocer y entender las ideas de otro; el de ser condición de posibilidad de la deliberación indispensable para que el proceso de preferencias políticas tenga sentido; y la función de ser un derecho que protege otros derechos.

Botero explicó que existen tres discursos o expresiones que están prohibidas: la incitación a la violencia; la incitación al genocidio; y la pornografía infantil. “Todo el resto de las expresiones están, en principio, protegidas, lo que no significa que no se puedan limitar, pero, para hacerlo, necesito aplicar un test tripartito”, que es una prueba muy rigurosa y que contiene tres elementos esenciales: el principio de estricta legalidad, el principio de finalidad legítima y el principio de proporcionalidad.

Finalmente, la experta se refirió a los límites de la libertad de expresión en la esfera digital. Explicó que todas las normas y principios antes mencionadas que tienen por finalidad proteger la libertad de expresión y que se han consagrado en los diferentes países alrededor del mundo, tienen la particularidad de que fueron pensadas para un mundo analógico y no para un ambiente digital, “y resulta que Internet nos ha cambiado un poco las coordenadas con las que pensábamos los problemas jurídicos”, aseguró.

La actividad concluyó con una nutrida ronda de preguntas por parte de los asistentes quienes se mostraron muy entusiastas por conocer el manejo y moderación de los contenidos que actualmente circulan en las redes sociales.

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