En una nueva sesión del ciclo de charlas Derecho UC, el exministro de Desarrollo Social y el profesor Carlos Frontaura analizaron el rol del estado durante la pandemia y los desafíos de Chile post Covid-19 .

Analizar la dimensión social de la pandemia fue el objetivo de una nueva sesión del ciclo de charlas organizada por la Facultad. En esta oportunidad la discusión contó con la participación del profesor Derecho UC Carlos Frontaura y del actual presidente de BancoEstado y exministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel. La conversación, que se transmitió simultáneamente vía Zoom y Facebook Live, fue moderada por el también profesor Derecho UC Rodrigo Cerda.

La primera intervención estuvo en manos del exministro quien reflexionó sobre la dimensión económica y social de la crisis y el rol del Gobierno en el auxilio a la población más vulnerable. “La contingencia cambió el foco del trabajo que veníamos desarrollando. Ya no podíamos hacer proyecciones a mediano plazo. Si algo aprendí del 18 de octubre fue la urgencia de responder rápido como Estado a las necesidades que iban apareciendo, y que eso era lo más importante. Y ante esa reacción el principal enemigo es el populismo”.

Esta crisis, agregó, demostró que hay una conversación que pasó de moda: la pobreza como tema urgente en Chile. La clase política estaba enfrascada en discusiones de segunda era, como los derechos universales, “y eso se habían comido la necesidad de crear políticas públicas focalizadas que tomaran la pobreza como algo prioritario. La crisis volvió a poner este tema sobre la mesa. Si la primera prioridad era la urgencia, la segunda definición era la capacidad de generar políticas públicas de focalización y eso era contra intuitivo a la época actual, en la que decir ‘quiero priorizar algo’ atenta contra la discusión pública de que todo puede ser cubierto. La crisis nos enseñó que el estado tiene que focalizar porque tenemos problemas de pobreza, fragilidad en las capas medias y equidad territorial que no estamos resolviendo de buena manera”.

Además, añadió, desde una dimensión económica, surge la idea de no sacrificar el futuro por el bienestar de corto plazo. “Entender que esta fórmula de aumentar el gasto social puede transformarse en una nueva pandemia. Creo que esa es la conversación hacia delante. Cuán rápido y urgente damos soluciones a problemas concretos y con dignidad, pero sin poner en jaque el desarrollo del país”.

En esta misma línea Frontaura explicó que esta pandemia ha fomentado el resurgimiento de la lógica del miedo. “Esta es una dimensión relevante hoy y pareciera ser que la finalidad frente a ese temor es salvar la vida, en su sentido de bio, y eso da pie, justificaría, la excepcionalidad como regla, la excepción como suspensión del derecho, lo que nos lleva a plantearnos preguntas como ¿qué tipo de estado queremos? Hoy la comprensión tradicional de los derechos se pone en cuestionamiento y también el rol del estado”.

“Lo que dice Carlos es un tremendo debate”, respondió Sichel. “Y a esto hay que sumarle la borrachera institucional que tenemos en el Congreso. Hoy día tenemos una institucionalidad que ha sido cuestionada en la forma y que su precarización por el ejercicio del poder o legalidad está en cuestión y la salida no es fácil”. Particularmente desde BancoEstado, aseveró, estamos en una etapa de inyección de oxígeno, dando capital a las empresas para que sobrevivan. Pero ¿qué viene después de esto? Tenemos que rediseñar un instrumento de refinanciamiento para reactivar la economía; restablecer líneas de reactivación en distintos sectores  con una estrategia más encadenada en el subsidio.

Ante la pregunta de si lo que necesita el país es un estado de bienestar, Frontaura llamó a no confundirse. “El estado de bienestar existe en Chile con el modelo vigente. Uno puede considerar que es deficiente o no, ese es otro debate, pero la idea gruesa existe. La discusión hoy es que los paradigmas de la modernidad han dejado de hacer sentido en la vida de las personas, de orientar su vida”.

Y ese es justamente el problema de la clase política, agregó Sichel. “Mi sensación es que nosotros como políticos entramos a una especie de ficción y caricaturizamos los paradigmas del pasado. Yo soy partidario de todo el mercado que sea necesario y todo el estado que sea posible. Hay fórmulas que hay que resolver de mejor manera para responder a esta crisis, para salir de las trincheras. No hemos sido capaces de construir buenas respuestas para problemas complejos y si no lo hacemos, vamos a caer en el populismo”.

¿Cuál es el rol del estado entonces? “Es una pregunta difícil”, respondió Frontaura. “Creo que dependerá de cómo salga parado de esta crisis. Si me apuras tengo la impresión de que los modelos de estados más fuertes van a salir fortalecidos”.

Sichel por su parte agregó que tras su paso por el Ministerio aprendió que el estado tiene una burocracia instalada terrible. “El estado hace poca justicia con sectores más pobres, construye bienes públicos bien, pero es ineficiente para solucionar el problema de pobreza”.

Consultados sobre los derechos sociales y su inclusión en la Constitución, Frontaura explicó que estos derechos tienen relación directa con el presupuesto de un país. “No podemos olvidar que hay un componente económico importante. Yo creo además que el problema, hoy, es que la dignidad humana parece haberse identificado con el bienestar material únicamente y eso genera problemas de proporciones”.

Efectivamente, agregó Sichel, “parece que ser que al consagrar un derecho cambia la situación que uno vive y eso no siempre es así.  El verdadero debate no es la discusión de estos derechos en sede constitucional o legislativa, sino en sede política. Hoy hay una oportunidad única de construir estos acuerdo ante del proceso constitucional”.

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