Durante el segundo semestre de 2019 la sección de Derecho Penal de la Clínica Jurídica obtuvo favorables sentencias en materia de delitos sexuales. En la oportunidad participaron las alumnas de quinto año, Javiera Valenzuela y Luz Ferro.

Tras varios años de trabajo, un equipo de alumnos liderado por la profesora María Elena Santibáñez logró la pena de 12 años y seis meses en el caso que han denominado “Alexis” donde el patrocinado, actualmente de 23 años, durante un periodo de su niñez desde alrededor de los 7 hasta los 13 años, fue víctima de abuso sexual simple y calificado por parte de su tío materno. La querella fue presentada el 2016, y a eso le siguieron dos años de investigación para finalmente realizar el juicio oral y obtener condena este 2019.

En este caso el patrocinado no fue la única víctima de estos abusos, sino también sus hermanas y su prima quienes compartían el mismo domicilio durante esa época. Sin embargo, los delitos se encontraban prescritos respecto de ellas al momento de la develación, es decir cuando se expuso al núcleo familiar esta situación de abuso que vivieron los niños de la familia hace varios años atrás.

Para la alumna de quinto año de Derecho UC, Luz Ferro, fue una enriquecedora experiencia y manifestó que “en términos de aprendizaje, me permitió entender cómo se realiza una investigación en materia de delitos sexuales hasta ver el completo desarrollo del Juicio Oral. Estas experiencias son realmente interesantes intelectualmente puesto que pude finalmente ver en la práctica todo lo aprendido teóricamente los años anteriores en la universidad”.

En relación a la sentencia final, agregó que “el resultado del juicio que asumimos junto a nuestro representado era tan importante en su familia, dado que se hizo justicia respecto de todos los familiares que sufrieron estos vejámenes durante años”.

En un segundo caso que denominaron “El Trata” que tenía relación con delitos reiterados de violación cometidos en un contexto intrafamiliar en contra de dos víctimas, una mayor y una menor de 14 años, la investigación duró un año y medio, desde la formalización en febrero de 2018, hasta la condena en juicio oral la cual se obtuvo durante septiembre del presente año.

En este caso existió una especial relación de sometimiento y manipulación de las víctimas que permitió al imputado mantener en secreto sus acciones perpetradas casi a diario durante años para finalmente ser condenado a 20 años de presidio por los delitos de violación de menor y mayor de 14 años, y a 541 días de presidio por amenazas en contexto de violencia intrafamiliar respecto del hermano de una de las víctimas, a quien mantenía amenazado para que no develara los delitos que estaba cometiendo.

Para Javiera Valenzuela, alumna de quinto año y que participó en el proceso, destacó que “aprendí mucho en todo sentido, por un lado en cuanto a la tramitación de causas penales, pero también por otra parte desde el punto de vista humano, porque al ser una causa tan fuerte por la gravedad de los delitos y por el contexto inhumano y cruel en que estos se cometieron, creo que lo más satisfactorio para mí fue haber podido ayudar a una familia a lograr un poco de justicia, y especialmente a la víctima”.