El Mercurio

Sebastian Soto 250x250

Señor Director:

Agradezco la réplica de ayer, y por cierto el tono dialogante, de un grupo de personas que ha participado del debate constitucional, sobre la mejor fórmula para elegir el órgano que escribirá la nueva Constitución.

Coincido con ellos en la importancia de prestar atención a la tríada 'participación, deliberación y representatividad' del nuevo órgano. ¿Cuál sería la mejor fórmula para garantizarla? No creo que un órgano 100% electo sea el único camino para asegurarla. De hecho, el fracasado proceso de la Convención falló, con mayor o menor intensidad, en cada uno de estos objetivos, pese a ser 100% electo.

Lo relevante entonces es fortalecer esta tríada en el nuevo órgano no solo al momento inicial, sino a lo largo de todo el proceso. Y es que posiblemente en la interacción de esos tres elementos se juega el resultado del plebiscito de salida que, me parece, es el principal momento legitimador del origen de una Constitución.

En lo que respecta a las reglas de integración, y en esto vuelvo a coincidir con mis contradictores, la clave es que el consenso de las fuerzas políticas 'concilie e integre el principio democrático' en el órgano constituyente. ¿En qué grado? Argumenté en mi carta anterior que eso es una cuestión prudencial y no normativa.

No es esto último lo que sostiene Guillermo Teillier. Con esa impúdica vocación de dar lecciones sobre democracia, el PC califica como 'núcleo antidemocrático' cualquier consenso que no opte por un órgano 100% electo. Olvida Teillier que integrar el principio democrático al nuevo órgano se logra tanto si la elección de sus integrantes es directa, indirecta o con alguna fórmula mixta.

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