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La Comisión de Armonización ya está lista para comenzar a sesionar el próximo 17 de mayo en Calama, una vez que el pleno le entregue el conjunto de artículos aprobados. ¿Pero qué hace exactamente este grupo de 40 convencionales? Aquí te explicamos, en simple, la compleja labor que les espera.

El fin del plazo de redacción constitucional se acerca a pasos agigantados. Quedan sólo dos meses para que la Convención entregue la propuesta de nueva Constitución, para someterla a plebiscito el 4 de septiembre. Pero antes que eso ocurra, aún hay un paso crucial que es la entrega del texto a la Comisión de Armonización. Esta será la encargada de consolidar todos los artículos aprobados en solitario en un sólo cuerpo legal coherente.

Este 4 de mayo, la Convención conformó tanto la Comisión de Armonización como las de Normas Transitorias y Preámbulo. De acuerdo con el reglamento, 40 convencionales serán los responsables de armonizar el texto final. Su conformación final, según los patrocinios dados a conocer, es de un 52,5% de hombres y un 47,5% de mujeres. Todos comenzarán a trabajar una vez que se terminen de aprobar todos los artículos, el próximo 17 de mayo.

A partir de este momento, comenzará a sesionar Armonización, cuyas tareas, límites y procesos aquí te explicamos.

1.- La tarea

Según asegura a The Clinic la abogada constitucionalista, Ana María García, esta comisión “es una de las más importantes”, ya que “es un cierre de todo el trabajo que ha hecho la Convención en sus distintas comisiones”.

De acuerdo al propio reglamento de la asamblea, la Comisión de Armonización tiene como principal función el velar por la concordancia y coherencia de las normas constitucionales aprobadas por el Pleno.

Además, tiene como deber elaborar informes sobre posibles incongruencias en las normas y recomendar ajustes para superar dichas inconsistencias. Esto no significa que pueda cambiar normas. De hecho, tiene claramente prohibido reemplazar, de motu proprio, una norma constitucional ya aprobada en el Pleno.

La también académica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, nos traduce, en simple, la labor de esta instancia: “Va a tener que detectar, por ejemplo, repeticiones, contradicciones sobre la misma materia o materias similares, e incluso va a tener que detectar omisiones, cuestiones que faltan”.

“El fin de esta comisión es muy importante porque es asegurar la calidad técnica legislativa y que la Constitución sea un texto coherente y sistemático. Va a tener que ordenar los capítulos. Va a tener que armar capítulos por materias, darle una organicidad”, apunta García.

El académico de Derecho de la Universidad Austral, Alberto Coddou, pone como ejemplo de lo tendrá que ajustar la comisión parte de las discusiones que se han dado en torno a la igualdad y a la no discriminación. Esto, considerando que tanto la Comisión de Principios Constitucionales como la Comisión de Derechos Fundamentales han tocado el tema y la repetición de esta materia en artículos distintos podría generar futuros problemas en materias legales.

Entonces, “lo que tiene que hacer la comisión es lograr, tal como dice su nombre, armonizar un texto que está un poco desordenado, repetitivo e, incluso, contradictorio en algunas partes”, apunta el abogado.

La Comisión de Armonización, a su vez, tiene como misión revisar las deficiencias encontradas sobre técnica legislativa, omisiones y contradicciones de sintaxis. Además, debe realizar todas las correcciones gramaticales, ortográficas y de estilo que sean necesarias.

Así, esta instancia deberá consolidar un Proyecto de Constitución con las normas constitucionales que la Convención ha aprobado en el Pleno. Tiene, a su vez, que sistematizar las indicaciones de corrección que realicen los convencionales en segunda instancia. Asimismo, debe sugerir al Pleno el orden en el que deben aparecer las normas, así como las posibles secciones, capítulos y apartados.

2.- Los límites

La tarea de la comisión está estrictamente limitada por el reglamento de la Convención.

De hecho, esta instancia no puede agregar nada nuevo al texto ni modificar de manera alguna lo ya aprobado en el Pleno. De acuerdo con García, la comisión “sólo puede hacer ajustes, correcciones formales y reubicar materias”.

Lo que sí puede hacer -y es parte de su mandato- es confeccionar proposiciones y recomendaciones al Pleno sobre las modificaciones, correcciones, omisiones y ajustes que se deben realizar. Estos volverán al Pleno para una última revisión y votación.

Según apunta la académica de la Universidad de Chile, será la asamblea en su conjunto la que "tendrá que discutir, dialogar, ponerse de acuerdo y resolver cómo llenar los vacíos, cómo resuelve las contradicciones y qué norma va a primar”.

Tras votarse en la Sala, las modificaciones que superen los dos tercios de apoyos pasarán al texto final. Las que no lo logren, se desecharán. Y, ojo, porque a diferencia de lo que ocurre con los articulados ya discutidos, no habrá una segunda instancia de revisión en la Comisión de Armonización.

Por su parte, Coddou suma un punto importante a la conversación en torno a esta instancia: la política. “La comisión de armonización está compuesta de acuerdo a la correlación de fuerzas políticas al interior de la propia Convención. En ese sentido, más allá de que la función de esta comisión sea de carácter técnico, va a estar compuesta por personalidades que tienen una legitimidad e interés político, que responden a intereses de los ciudadanos a los que representan”, acota.

Y agrega que, desde su punto de vista, “el debate va a estar en torno a cuán fiel es la propuesta de la comisión de armonización respecto del espíritu de las normas aprobadas”.

3.- Los tiempos

Después de terminar el trabajo en el Pleno este viernes 6 de mayo, la Convención dispondrá de una semana de trabajo territorial en la Región de Antofagasta. Posterior a ello, el organismo constituyente se asentará en dicha región para iniciar el trabajo de las nuevas comisiones.

La Comisión de Armonización trabajará en la ciudad de Calama desde el 16 de mayo. Mientras, sus comisiones paralelas lo harán en otras localidades de la región: en Antofagasta se asentará la Comisión de Normas Transitorias, mientras que la de Preámbulo lo hará en Tocopilla.

Respecto de los tiempos que tendrá esta comisión, ella deberá finalizar su trabajo el jueves 9 de junio. El documento definitivo de propuesta al resto de la Convención deberá ser presentado el lunes 13 del mismo mes.

El plazo de indicaciones para la comisión de Armonización será de cinco días hábiles entre el martes 14 y el sábado 18 de junio. Estas deberán ser revisadas durante el martes 21 y miércoles 22 del mismo mes por los convencionales de Armonización.

Este informe será ratificado por el Pleno en cuatro sesiones. Estas deben terminar el 29 de junio, día en que la sesión será “hasta total despacho”. ¿La entrega del texto final? Según el nuevo cronograma del organismo constitucional, éste se presentará el lunes 4 de julio en una ceremonia pública.

Considerando el tiempo que planteó la propia Convención para el desarrollo de armonización del texto, los expertos son tajantes: lo ideal habría sido darle más tiempo.

En palabras del académico de Derecho de la Universidad Católica, Sebastián Soto, “fue un error que la Comisión de Armonización se constituyera tan hacia el final. Debió haber partido mucho antes si quería liderar el acuerdo político que todo proceso constituyente requiere”.

Los desafíos que quedan son muchos y el plazo es corto, asegura García. Aunque sostiene que “es el plazo que hay, así que tendrán que aplicarse a la tarea. No hay ninguna posibilidad de extender el tiempo”.

Coddou respalda esa visión, y agrega que, “si uno lo compara con el tiempo que nos tomamos con la discusión de reglamento parece bastante poco para esta comisión de armonización. Pero tengo fe en que esa mezcla entre técnica y política, y además la preocupación por las señales que dan las encuestas, motive a la comisión a generar la mejor respuesta posible entre las normas ya aprobadas”.

4.- Desafíos y conflictos

Para García, los mayores problemas que encontrará la Comisión de Armonización estarán en la revisión de los artículos que definen las nuevas instituciones, como la Cámara de las Regiones.

“Hay muchos organismos regionales, unos con mayor autonomía que otros, algunos con funciones fiscalizadoras, algunos elegidos por votación popular. Ahí la comisión de armonización va a tener que poner más ojo para detectar contradicciones, repeticiones o vacíos, atribuciones que pueden faltar o la forma de generarse los órganos”, explica.

En palabras de Coddou, el principal desafío que tendrá la instancia será el “anticiparse a los eventuales problemas que se pueden generar a la hora de interpretar y aplicar esta Constitución en casos concretos”. Por ejemplo, definir “cuáles van a ser los conflictos que se pueden generar a la hora de interpretar este texto por parte de Tribunales, de la Corte Constitucional y de la Corte Suprema”.

Para Soto, en cambio, la comisión tendrá dos grandes desafíos. “El primero será enfrentar la tentación de dejar de ser una comisión de estilo para pasar a ser una comisión política que lidere un gran acuerdo”, apunta.

Y el segundo será “definir si podrá corregir textos en los que no hay propiamente una incongruencia, sino que se trata de textos derechamente incorrectos o excesivos en lo jurídico constitucional. Por ejemplo, la enorme cantidad de principios o la especificación tan detallista de algunos derechos”.

La académica de la Universidad de Chile, además, suma otro ladrillo a la muralla: lo complejo de estructurar un texto que sea fácil de entender. Esto, tomando en cuenta que, se espera, esté compuesto por “cerca de 400 normas. Es una de las constituciones más largas de América Latina”.

“Harta tarea tienen”, remata la abogada.

5.- Atribuciones que no llegaron

En su minuto, varios convencionales y voces externas pusieron sobre la mesa la posibilidad de aumentar las atribuciones de la Comisión de Armonización para mejorar su trabajo.

“Debió haber tenido otro tipo de reglas para asemejarla más al trabajo de una comisión mixta en el proceso legislativo que, sobre todo en los proyectos más complejos, suele ser el espacio de la gran negociación”, opina Soto desde su orilla. El abogado agrega que este tipo de comisiones “juega un papel fundamental para generar acuerdos y destrabar bloqueos”.

Sin embargo, señala que esta comisión “fue pensada sólo como un espacio de correcciones”, y no como una entidad con atribuciones de modificar el texto, como en otras experiencias. Así, la posibilidad de corregir, suprimir, volver a redactar y proponer normas complementarias sin requerir la aprobación del Pleno no es posible para la Comisión de Armonización chilena.

Para Coddou, valía “la pena (dar más atribuciones). Quienes nos dedicamos a la academia sabemos que, cuando terminamos un borrador final todavía queda mucho por modificar y borrar”. Y agrega que “si ya es complicado para uno, como académico, imagínate cómo es para 154 personas que escriben un texto a la vez. Son más de 300 manos que están en una redacción colectiva”.

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