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A las 14 horas del sábado pasado, el publicista Felipe Contreras recibió un email de Netflix informándole la decisión de la compañía de hacer un cobro extra al titular que quiera compartir su suscripción para ver series y películas con alguien que no viva en su casa. Reconoce que se molestó y pensó en cancelar. 'Yo contraté cinco pantallas, no cinco en un mismo lugar', se queja. ¿En qué consisten los cambios? Mismo hogar. La plataforma recalca en su mail que las cuentas con distintos perfiles están diseñadas para que las usen personas que viven juntas en un solo hogar.
'Este único hogar se considera el hogar de Netflix y está asociado con los dispositivos del titular de la cuenta principal y los dispositivos usados por otras personas que viven en la misma casa', detalla. La compañía detecta estos dispositivos usando información como las direcciones IP, los identificadores de los dispositivos y la actividad de la cuenta de los dispositivos registrados. Cobro extra. Desde ahora, para poder compartir una cuenta fuera del hogar, Netflix ofrece dos opciones. La primera consiste en aceptar agregar un miembro extra por un pago adicional de $2.380 al mes. Ese miembro extra debe vivir en el mismo país que el titular y tendrá su propia cuenta y contraseña, pero la membresía la pagará la persona que lo invitó a unirse. La otra opción es permitir la transferencia de perfiles. Es decir, que las personas que usan una cuenta ajena, puedan transferir su perfil a una cuenta propia y establecer su propia forma de pago.
¿Y los viajes? La plataforma aseguró que tanto los titulares o las personas que vivan con él podrán usar su cuenta si viajan o viven en más de un lugar. 'Si te encuentras lejos del hogar de Netflix por un lapso extendido, es posible que ocasionalmente se te pida verificar tu dispositivo para confirmar que el dispositivo que está usando la cuenta esté autorizado a hacerlo', explican. Verificación. 'Cuando un dispositivo (celular, tablet o TV) fuera de un hogar inicia sesión en una cuenta, o si se accede a una cuenta desde una ubicación fuera del hogar, podremos pedirle que verifique ese dispositivo enviándole un código', explica la empresa a sus usuarios. Esta verificación consistirá en que la plataforma enviará un enlace al email o número de teléfono asociado al suscriptor, que lleva a una página web que proporcionará un código de cuatro dígitos. Ese código se debe ingresar en el dispositivo que lo solicita. Solo de esa manera tendrá acceso al contenido.
¿Se pueden modificar los contratos?
El abogado Felipe Bravo, profesor de Derecho Económico de la Universidad Católica, opina que en los contratos de larga duración siempre es posible realizar modificaciones durante su vigencia. 'Sería imposible creer que un contrato no podría ser modificado en ningún momento', dice.
El elemento esencial, agrega, es que el consumidor tenga un conocimiento inequívoco respecto al precio que se cobra por el servicio que está recibiendo. 'Me parece que Netflix puede alterar las condiciones contractuales, sin embargo, no puede obligar a los usuarios a consentir estas modificaciones y debe permitirle al consumidor aceptar o rechazarlas, pero de manera inequívoca. Es decir, lo que sería incorrecto es que Netflix, utilizando el medio de pago que ya está incorporado, cobre sin autorización del consumidor un cargo adicional por detectar presuntamente que existen otros domicilios que están usando la cuenta. Si el consumidor siempre tiene la posibilidad de aceptar o rechazar el cobro, como entiendo que va a ocurrir, me parece que es correcto', explica.
Bravo no comparte la visión de otros abogados que han sostenidos que Netflix no puede cambiar los términos o condiciones aceptados por el consumidor. 'Creo que esa visión, aún cuando uno podría justificarla en la ley, me parece que es poco consistente con contratos de largo plazo en donde es posible hacer alteraciones en la medida de que el consumir acepte o rechace el servicio. Una cosa muy distinta es realizar cobros o prestaciones que el consumidor no haya consentido', dice.
