El Mercurio

Marisol Pena 158x158 ACTUAL

Señor Director:


Entre las diversas inquietudes y cuestionamientos que han surgido respecto de la instalación y el funcionamiento de la Convención Constitucional, destaca el escaso presupuesto que existiría para financiar los traslados y alojamientos de los convencionales constituyentes que provienen de regiones y sus respectivos asesores.

A modo de aporte, quisiera proponer que la Convención Constitucional siguiera el modelo de las clases híbridas que han impulsado algunas universidades y que ha permitido tener a un número mínimo de estudiantes en la sala de clases, con los distanciamientos pertinentes, mientras que el resto permanece conectado vía Zoom u otra plataforma similar.

Mi propia experiencia desarrollando clases híbridas me ha permitido comprobar que es un mecanismo exitoso para reunir a muchas personas que no están en el mismo lugar, durante tiempos razonables y donde la distancia física claramente se compensa con el contacto virtual. Y, además, quienes se encuentran presencialmente en la sesión apoyan a quien dirige a estar atento a las preguntas y comentarios del chat como a quienes desean hacer uso de la palabra.

Un sistema como el propuesto requiere, es cierto, una inversión tecnológica importante, pero por una sola vez. No cabe duda, por otra parte, que ayudaría a que la Convención Constitucional funcionara regularmente reservando la presencialidad de todos los convencionales en Santiago solo para sesiones muy calificadas.

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