El Mercurio

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Una de las interrogantes apunta a si es viable o no que el Parlamento tramite reformas a la actual Carta Magna, las que podrían ser posteriormente derogadas. Nada lo impide, pero, se dice, no sería prudente.
Veinticuatro horas después de ganar el Apruebo en el plebiscito, para redactar una nueva Carta Magna mediante una Convención Constitucional, expertos consultados por 'El Mercurio' analizaron la inédita convivencia futura de la Convención con el actual Congreso.

Cierto es que el Parlamento en funciones pudo hacer la reforma constitucional, o una parte de sus integrantes, de haber triunfado la Convención Mixta; sin embargo la ciudadanía eligió la otra alternativa. Así, se podría dar que se tramite una reforma constitucional, pero que la misma se derogue una vez rija el nuevo cuerpo constitucional.

Si bien la fisonomía de la futura Constitución no depende del trabajo del Congreso, y la tarea del Parlamento no se verá limitada por el desempeño de la Convención, sí existe un factor de 'prudencia' y de estética política que se debe atender por las partes.

Al menos así lo cree el expresidente de la Cámara, José Antonio Viera-Gallo (PS), quien también ha sido ministro Segpres, entre otros varios altos cargos que le han permitido conocer de cerca la labor del Poder Legislativo. Se 'trata de dos instituciones distintas con fines diferentes y que tienen lógicas de funcionamiento también completamente separadas. El Congreso sigue exactamente igual como hasta ahora y la Convención no tiene ninguna injerencia en lo que haga el Congreso. No puede, le está prohibido intervenir en cualquier sentido', explica el también exembajador en Argentina.

Pero, en su análisis, Viera-Gallo estima se 'tendrá que ver si hay un problema de prudencia, porque si uno apuesta por una nueva Constitución a un plazo máximo de un año, las reformas constitucionales que se puedan plantear tienen que ser para cosas que tengan un efecto muy inmediato, muy práctico, muy coyuntural para que tengan algún sentido, si no todo eso puede ser rápidamente derogado, modificado o cambiado por la nueva Constitución. El Congreso no debiera inhibirse en nada. Tiene todas sus facultades exactamente igual. Más bien es un problema de tino, de buen criterio y de prudencia política, no es un problema normativo'.

Como ejemplo, el exsenador expone una eventual reforma a las pensiones, la que debiera modificar los derechos contenidos en el actual artículo 19 de la Constitución. De ser indispensable, se tendría que hacer ahora, no obstante que lo más probable es que se discuta en la Convención, por lo que su vigencia podría expirar pronto. Otra cosa, dice, es la opción de incorporar cambios a la normativa que permite la elección de los gobernadores regionales mediante votación popular. En tal caso sería 'más discutible. Lo podrían hacer, pero sin duda las competencias del gobierno regional serán parte de la Convención Constitucional'.

Los plazos

El próximo 11 de enero se deben inscribir las candidaturas para convencional; posteriormente, la elección de integrantes de la Convención tendrá lugar el 11 de abril de 2021. A contar de ahí comienzan a transcurrir los plazos para la instalación del órgano que deberá redactar la Constitución. Lo que ocurrirá la segunda quincena de mayo del próximo año.

Para la académica y constitucionalista UC Constanza Hube, durante ese período 'por norma, el Congreso podría seguir tramitando reformas constitucionales, ya que sigue rigiendo la Constitución actual hasta que no se publique una nueva. Así, siguen vigentes los artículos relacionados con la manera en que se reforma la Constitución (art. 127 a art. 129). Ahora bien, al ganar la opción Apruebo, se esperaría que el Congreso se aboque a los proyectos de ley, más que a las reformas constitucionales'.

Al respecto, la profesora Hube apunta a una de las dudas que recorren los pasillos del Parlamento en cuanto a si solo se debieran ingresar a tramitación proyectos de ley o igualmente se deberían legislar reformas constitucionales de mayor calado, con el riesgo de perder su vigencia. Eso al considerar que tradicionalmente una modificación a la Carta Magna demora un tiempo en ser promulgada.

'Cumplir' su tarea

De todas maneras, Hube cree que el 'Congreso debe seguir cumpliendo su función que es legislar, y no poner en el congelador reformas tan importantes como la de pensiones. Hay que tener en cuenta además, que se va a elegir un nuevo Congreso el próximo año. ¿También se va a inhibir de legislar mientras esté funcionado la Convención? Hay que tener en cuenta, además, que existe una alta expectativa de lo que la nueva Constitución puede hacer (mejorar situación económica, personal y familiar, calidad de educación, mejores pensiones), por lo que es imprescindible ajustar dichas expectativas'.

Al igual que para Viera-Gallo, la prudencia pasa a ser clave también para el académico de la Universidad Finis Terrae, Enrique Navarro. Las 'reformas constitucionales que pueda aprobar el nuevo Congreso ciertamente que pueden perder vigencia al entrar en vigencia una nueva Constitución; por lo mismo, es probable que desde el punto de vista de la prudencia política, los parlamentarios prefieran no efectuar reformas o modificaciones en espera de lo que se apruebe. Pero lo cierto es que no existen restricciones', explicó el exintegrante del TC.

El profesor añade que 'de hecho, perfectamente podría no aprobarse un nuevo texto por los 2/3 o rechazarse en el plebiscito, siguiendo plenamente vigente la actual Carta Fundamental. En suma, la Convención solo podrá dedicarse a discutir un nuevo texto y el actual Congreso Nacional continuará con el ejercicio pleno de sus facultades legislativas y constituyentes'.

 

"Me parece que hay que evitar choques de poder entre el Congreso y la Convención, por lo que es esperable que si se tramitan reformas constitucionales, sean más bien acotadas'.

Constanza Hube

Constitucionalista UC

Es probable que desde el punto de vista de la prudencia política, los parlamentarios prefieran no efectuar reformas en espera de lo que se apruebe. Lo cierto es que no hay restricciones'.

Enrique Navarro

Constitucionalista Finis Terrae

El Congreso no debiera inhibirse en nada. Tiene todas sus facultades exactamente igual. Más bien es un problema de tino, de buen criterio y de prudencia política'.

José Antonio Viera-Gallo

Expresidente de la Cámara

Instalación

A contar de la segunda quincena de mayo de 2021 se debiera instalar la Convención.