El Mercurio

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En el verano de 2010, en medio de la formación de los equipos que aterrizarían en el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera, Cristián Larroulet buscaba un nombre para jefe de la división jurídica de la Segpres. Un cargo clave para la tramitación legislativa y que fue ocupado por 20 años por el exmiembro del Tribunal Constitucional Carlos Carmona. Larroulet llamó a un constitucionalista entendido en el tema, quien le recomendó a Sebastián Soto, que por ese entonces solo tenía 32 años y a quien el propio Larroulet había contratado en Libertad y Desarrollo y tenían mucha cercanía. Pero el actual jefe del segundo piso estaba pensando en alguien más sénior. 'No te vas a arrepentir', le advirtió el abogado.

Diez años después, Sebastián Soto Velasco (42 años) se ha transformado en una figura clave entre los asesores del Presidente Piñera. En La Moneda aseguran que es habitual que el mandatario lo llame por teléfono bastante seguido para consultarle temas constitucionales. De hecho, ya casi no asiste a reuniones en La Moneda, por lo que sus consejos serían directamente al Presidente, sin intermediarios ni terceros presentes. Ahora, Soto ha sido requerido para opinar sobre el rol que tendrá Piñera en el proceso constituyente.

Un bestseller entre constitucionalistas

Testigos de la relación que tiene el mandatario con Soto aseguran que el abogado constitucionalista, con un LL.M de la U. de Columbia, no solo lo asesora en materia constitucional, sino que, además, tiene la capacidad política. 'Sebastián no solamente va a decir si tenemos o no razón en cierto proyecto, sino que te dice si vamos a ganar o no, en función de quiénes son los ministros del TC', dice una fuente de La Moneda. Además, Soto sería uno de los pocos que conocen a los abogados constitucionalistas de la oposición, lo que también es valorado en Palacio. 'Tremendo abogado, un gran profesor. Me parece además un tipo honesto intelectualmente. Ojalá gente como él estuviera en la convención', dice Gabriel Osorio, abogado constitucionalista ligado al PS. Su estilo más bien calmado lo hace no tener enemigos directos ni críticas abiertas. Solo algunos de los más duros de la derecha han deslizado que a veces cedería mucho en las negociaciones.

Tras pasar por la Segpres, Soto escribió un libro llamado 'Congreso Nacional y Proceso legislativo: teoría y práctica', que está de cabecera en La Moneda y que es usado por muchos abogados, porque, a juicio de sus lectores, explica con realidad política todo el proceso legislativo. El día anterior al lanzamiento en 2015, Soto fue asaltado en su casa con su señora y sus cuatro hijos. Quienes conocieron esa historia aseguran que el abogado habría terminado negociando con los ladrones para que no se llevaran su presentación, que estaba en el computador. 'Me atrevo a decir que el texto de Sebastián es el mejor en su género. Si tengo una duda sobre urgencia, veto, comisiones mixtas, acusaciones constitucionales, tengo que partir con el libro de Sebastián', dice Patricio Zapata, constitucionalista ligado a la DC.

Cercano también a los exministros Andrés Chadwick y Gonzalo Blumel —con este último incluso participa en grupos para hablar de política—, Soto cumpliría con las características que le atraen a Piñera. Joven, ejecutivo, destacado entre sus pares y sin aspiraciones políticas. 'Es dúctil, tiene mirada más del académico que del político. Cuando estudia el tema, se pone en todas las opciones posibles y recomienda una', dice un cercano al abogado.

Varios comentan que Piñera siempre escucha primero la opinión de la actual directora jurídica, Fernanda Garcés, pero si quiere una segunda, se la pide a Soto. Además, Garcés no es constitucionalista. En el año marcado por una eventual nueva Constitución, Soto ha ayudado a Piñera a redactar los principios que, en reiteradas ocasiones, ha mencionado el Presidente que deberían estar en una eventual nueva Carta Magna. En diciembre del año pasado, cuando promulgó la reforma constitucional que habilitó un nuevo plebiscito, el mandatario aseguró que una eventual nueva Carta Magna debería incluir el derecho de los padres a educar a sus hijos, el derecho a la propiedad, la familia como núcleo fundamental de la sociedad, entre otros.

Así, nadie duda de que el actual director de Derecho Público de la Facultad de Derecho de la UC será parte del equipo de constitucionalistas de la derecha que apoyen en el proceso. Por de pronto, sería uno de los que más saben sobre la formación del reglamento de una Convención Constituyente, tema que inquieta al oficialismo. De hecho, tiene organizada desde el 6 de noviembre una serie de encuentros llamados Convención y Nueva Constitución y el primer capítulo se tratará sobre el reglamento. 'Ha intensificado este objetivo de que Derecho UC tenga, a través del derecho público, una voz y una influencia en el debate constitucional', dice uno de los académicos más cercanos a Soto, Arturo Fermandois.

Del rechazo al apruebo

'Quiero confesar, yo siempre he sido un escéptico del cambio constitucional, pero hoy día soy menos escéptico por este acuerdo', dijo Soto, el 6 de diciembre del año pasado, en su última intervención como miembro de la mesa técnica del acuerdo constitucional. Con su mirada pragmática, como lo describen algunos, Soto se convenció por el clima actual de que era necesaria una nueva Constitución. Así lo escribió en el medio digital 'Intersecciones', donde señala que la situación política solo mejoraría por medio de una nueva Constitución: 'Ese es el desafío constitucional entonces, que solo es constitucional en cuanto es político y no primeramente jurídico'.

Así, pese a su formación en Libertad y Desarrollo, el exestudiante del Colegio Tabancura, católico practicante y amante del camping, ha participado en simultáneas propuestas para una nueva Constitución, aunque varios señalan que su aporte estará en mantener aspectos de la actual Carta Magna y que son importantes para la derecha.

Conservador liberal

De bajo perfil, buscador de acuerdos y catalogado como conservador liberal por sus pares, Soto asumió en el Consejo de Defensa del Estado en 2019, dejando su cargo como asesor del segundo piso que lo mantenía media jornada en La Moneda. Pero su llegada al CDE no estuvo exenta de polémica. La asociación de abogados del CDE la criticó argumentando que carecía 'de la trayectoria institucional y como litigante', misma crítica que recibió su antecesora, Javiera Blanco, designada por Michelle Bachelet.

No obstante, dentro del consejo hoy lo describen como detallista en sus intervenciones e incluso en algunos ministerios lo han solicitado a él para que alegue en recursos de protección.

Por último, su perfil político, no se traduce en una militancia. Es independiente, pero algunos no dudan en definirlo como piñerista.