La Segunda

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La posibilidad existe y la tentación, también. Ni la Constitución ni las respectivas leyes orgánicas impiden que un alcalde o gobernador regional se presente como candidato a la Presidencia de la República, a meses de haber sido elegido (ver recuadro).

Pueden ir a una primaria presidencial, ir directo a la elección definitiva, e incluso, si pierden, pueden volver a su cargo en la municipalidad o la intendencia. Basta que no renuncien y compitan con un permiso sin goce de sueldo. Solamente estarían obligados a dejar su investidura municipal o regional, si es que ganan, al momento de asumir en La Moneda.

Al menos, desde el punto de vista constitucional y legal, hay un falso dilema entre ir a la elección municipal/regional (en octubre de 2020) y postular a la presidencial (en noviembre de 2021). Pueden ser las dos. Y por mientras, los principales aludidos juegan al misterio y sólo dejan en claro que no han cerrado ninguna puerta.

Resquicio viejo, fenómeno nuevo

Si bien este resquicio siempre ha existido (de hecho, los senadores, que duran 8 años en sus cargos, suelen aprovechar la mitad de su mandato para buscar la Presidencia), el próximo año hay dos factores que profundizan este escenario en el ámbito municipal/regional.

En 2020 debutará la elección de gobernadores regionales que reemplazarán a los intendentes designados y que gozarán de una plataforma más vistosa que el de una municipalidad. Por esa razón, algunos ediles y políticos, que hoy no ejercen ninguna función estatal, han evaluado presentarse como candidatos a ciertas intendencias como escalón intermedio hacia La Moneda.

Además, en segundo lugar, en un fenómeno inédito en la historia de Chile, hoy varios alcaldes o alcaldesas tienen chances de competir en la presidencial.

Joaquín Lavín (Las Condes), Cathy Barriga (Maipú), Daniel Jadue (Recoleta) y Evelyn Matthei (Providencia), según Criteria Research, registran menciones ante la pregunta de '¿quién le gustaría que fuera el próximo Presidente?'. Matthei, quien ya fue candidata presidencial en 2013, es la única que, por ahora, no ha dado señales de una nueva carrera.

A la lista se suma Jorge Sharp (Valparaíso), una de las cartas del Frente Amplio, quien según la última encuesta Cadem, se ubica dentro de los políticos mejor evaluados, con un 48% de aprobación.

A este grupo de ediles —cuya primera opción es ir a la reelección o, en su defecto, postular a gobernador regional en Valparaíso o Santiago— también podría sumarse la ex abanderada presidencial, Beatriz Sánchez, quien recientemente cambió su domicilio electoral a Viña del Mar, adelantándose a la norma que exige a todo candidato tener dos años de domicilio en la región por la que postulan.

Polémica compartida

El escenario de que un grupo de alcaldes o bien gobernadores regionales, elegidos en octubre 2020, postule meses después a la Presidencia, es polémico.

No obstante, la situación puede ser más presentable públicamente si se trata de ediles que ya llevan cuatro u ocho años en la municipalidad. Más criticable podría ser el caso de un gobernador regional recién elegido.

De hecho, Barriga, Jadue y Sharp, que no se han cerrado a una candidatura presidencial, han deslizado que no están pensando en las intendencias, sino más bien en sus comunas, tal vez en un primer paso de una estrategia más amplia.

Lavín, por su parte, admitió estar tentado por la gobernación regional. ('Me gustaría ser más intendente que Presidente', dijo en TVN, el 17 de junio de 2018), pero en su última entrevista a 'El Mercurio', el 10 de marzo, señaló que ahora estaba más inclinado por repostular a la alcaldía de Las Condes.

Además, las eventuales críticas a los 'ediles candidatos' se diluirían un poco (o se repartirían equitativamente) si son varios los que optan por esta jugada de ir a dos elecciones seguidas.

Y si a ellos se suman los senadores José Miguel Insulza, Ximena Rincón y Francisco Huenchumilla, quienes podrían competir en la presidencial sin arriesgar sus escaños en el Congreso, la carga de cualquier cuestionamiento se hace mucho más llevadera.

Otro factor que explicaría el menor interés (aunque no descartado) por las gobernaciones regionales es que estos ediles tienen una reelección más probable en sus comunas. De hecho, algunos apuestan a crecer en votación. A diferencia, una candidatura regional conlleva riesgos, y perder puede ser dañino para la imagen de un presidenciable.

La única que mantiene abiertas las posibilidades de competir por la gobernación regional por Valparaíso, o bien la alcaldía de Viña del Mar, es Beatriz Sánchez, quien, consultada por su futuro, dijo el 5 de marzo pasado: 'Lo que yo quiero hoy es ir abriendo más puertas que ir cerrando otras'.

Municipales y regionales de 2020: Normas permiten una 'presidencial chica'

A diferencia de las candidaturas parlamentarias, que exigen a una autoridad pública renunciar un año antes de la elección, la Constitución tiene una manga ancha para postular a la Presidencia. Los requisitos son tener 35 años, nacionalidad chilena y ser ciudadano con derecho a sufragio.

'No existe inhabilidad para ser candidato presidencial, porque la Constitución así lo establece. Por lo tanto, un alcalde o un gobernador regional podría ser parte de un proceso electoral presidencial, incluyendo la primaria, sin necesidad de renunciar. Aunque creo que la ciudadanía no lo avalaría, la opción es tentadora', dice el abogado Andrés Sotomayor, exasesor de la Segpres en el primer gobierno de Piñera.

La abogada y académica UC Constanza Hube dice que las elecciones de 2021 darán una 'visibilidad importante'. Sin embargo, cree que 'se genera una distorsión en el sistema, cuando existen candidatos que se postulan solamente para efectos de renunciar y asumir otro cargo'.

El jefe de la División Jurídica de la Segpres del primer mandato de Bachelet, Jorge Claissac, coincide en que las elecciones municipales/regionales podrían ser usados como trampolín. Y aunque cree que es 'feo y poco estético', señala que serán los ciudadanos los que juzguen eso.

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