El Mercurio

Maria Elena Santibanez 158x158

En octubre del año pasado, la Brigada de Cibercrimen de la Policía de Investigaciones (PDI) con la Fiscalía Metropolitana Sur desbarataron una supuesta red dedicada a la distribución de pornografía infantil por el país.

En esa ocasión fueron detenidas ocho personas, quienes según las autoridades, intercambiaban este contenido en una deep web, el mercado negro de la red. Se incautaron 50 mil archivos en detenciones que abarcaron las ciudades de Santiago, Curicó, Arica y La Serena.

Se trató de la mayor redada por este delito del año pasado por la PDI, pero no fue el único.

Esto, porque de acuerdo a las cifras de la Brigada de Cibercrimen obtenidas a través de la Ley de Transparencia —que abarcan desde 2009 al año pasado—, en 2018 hubo 25 detenidos por este delito por la unidad policial. En 2017, se registraron 59 detenidos.

De acuerdo a los datos de la policía, en los últimos nueve años las denuncias por delitos como la 'producción de material pornográfico elaborado utilizando a menores de 18' y la comercialización de este material, han aumentado tres veces. En 2009 hay registradas 20 denuncias. El año pasado fueron 67.

La respuesta de la entidad indica que desde 2009 al 2018 hubo 461 denuncias por este ilícito. La Región Metropolitana registra la mayor cantidad de denuncias acumuladas en casi una década con 393, un 85% del total. La comuna de Santiago tiene la mayor parte de denuncias, con 225, y lo sigue más atrás Providencia con 21.

La Región de Valparaíso es la segunda con más casos con 57 denuncias (un 12% del total).

Intercambio de material en sitios de difícil acceso

'La gran mayoría de los detenidos que existen son en base a investigaciones que se realizan por propia iniciativa', afirma el comisario Cristián González, subjefe de Cibercrimen.

Agrega que esto quiere decir que las denuncias, por lo general, 'no llegan desde una persona común y corriente que se encontró con algún sitio en el cual se estaba distribuyendo pornografía infantil', sino que se tratan de 'lugares que no están a la vista de cualquier persona'.

La unidad investiga sitios en la red en las que hay indicios que podría ocurrir este cambio de material. González señala que se han encontrado con sitios de difícil acceso, ocultos en las redes. Para acceder a ellas 'se requiere de otro tipo de conocimiento más avanzado en informática y en estos sitios sí existe la distribución de pornografía infantil'.

El comisario enumera que hay redes, foros enfocados a compartir el material 'en moneda virtual o tarjetas de crédito'. Una de las cosas más importantes es indagar si existe 'material nuevo', pues si esto es detectado puede significar una eventual nueva víctima, en especial si el material fue grabado en Chile, y existir un eventual delito de abuso sexual a menor.

El comisario señala que el menor al aparecer en uno de estos videos es indicio de que 'va a ser o fue víctima' de abuso, y que se puede generar una cadena de otra persona que recibe y comparte el material, quien puede caer en estas mismas conductas delictivas contra otro menor

Un aumento esperable

Para María Elena Santibáñez, profesora de Derecho Penal de la Universidad Católica, el aumento de las denuncias 'era esperable'. Argumenta que esto se debe a que tanto a nivel nacional como internacional 'se está produciendo una mayor cantidad de pornografía infantil'. Dice que otro factor es el del aumento de la comercialización del material. La académica señala que en los últimos años existe una mayor sensibilización del tema entre autoridades e instituciones, y 'los padres están más atentos con quienes se están relacionando sus hijos'.

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