El Mercurio
Por Eugenio Benítez R.
Infinidad de veces lo escuché calificarse de suertudo. No obstante, su destacada vida pública no fue producto del azar, sino del aprovechamiento de sus talentos, de su obediencia a la voz de la prudencia y de su serenidad y equilibrio de juicio, rasgos más salientes de su carácter. Compartimos la cátedra de Derecho Procesal en Derecho UC y me brindó su amistad hasta el final, circunstancias que me permitieron conocer su grandeza y finura de alma. Nunca se resignó a participar de lo que para el mundo es la dicha, como la consideración social, las riquezas y el poder. El Señor lo llamó el día en que la Iglesia conmemora la muerte de San Juan Bautista ordenada por el rey Herodes. Jaime, a ejemplo del mártir y precursor, demostró fortaleza y coherencia con sus principios y valores.
