El Mercurio

Jorge Precht 158x158

Señor Director:

El presidente de la Cámara de Diputados, en declaraciones efectuadas a la salida de la votación sobre la ley que suprime el tipo penal aborto, se ha referido a las palabras del rector de la Pontificia Universidad Católica sobre la objeción de conciencia institucional.

Las organizaciones de tendencia son una manifestación institucional de la libertad de conciencia y de la libertad religiosa. Ellas se apoyan en el pluralismo, como asimismo en los derechos de la diversidad cultural.

Cesare Mirabelli, profesor de Derecho Eclesiástico del Estado por la Universitá degli Studi di Roma Tor Vergata (una universidad no confesional) y presidente emérito de la Corte Constitucional de Italia, defendió en el 2004 la existencia y los derechos de las universidades de "tendenza" (universidades con ideario), demostrando que "el pluralismo de las instituciones no es otra cosa que la otra cara de la garantía de la libertad". "Una libertad que no es solamente de los individuos, sino también de una comunidad que manifiesta una identidad colectiva propia, a su vez fundamento de la misma realidad".

En el coloquio internacional celebrado en Milán del 3 al 5 de septiembre de 2004 sobre las organizaciones de tendencia, se constató la existencia de 149 centros de estudios y universidades europeas con ideario. En las conclusiones de dicho congreso, se lee: "Las universidades de tendencia son una de las expresiones significativas de la libertad académica garantizada por los tratados.

Ellas reúnen un número importante de docentes y de estudiantes y no representan ni una reminiscencia de un pasado ya superado, ni una excentricidad en un paisaje europeo guiado por los imperativos de la mundialización. Ellas pueden, por consecuencia, jugar un rol esencial en la puesta en valor y en la renovación en una sociedad multicultural y pluralista gracias al equilibrio, que las caracteriza entre la identidad y el espíritu de apertura en una sociedad menos homogénea, pero fundada en los valores comunes que se encuentran en la base de la construcción europea". El congreso pide a la Unión Europea "conservar y garantizar el patrimonio cultural representado por las universidades de tendencia".

Cuando el rector de una universidad chilena con ideario, como son todas las universidades católicas, vela por la identidad propia de la institución que dirige, ejerce un derecho y cumple con un deber.

En Chile, además, debemos recordar que la Constitución garantiza a todas las personas -no solo a las personas naturales- la libertad de conciencia y, en consecuencia, el derecho a defender su identidad y su ideario institucional, sea este de raíz religiosa o no religiosa. Allí radica la base de la objeción institucional de las organizaciones de tendencia.

Por último, el fácil recurso de señalar que dineros públicos no pueden financiar instituciones no públicas con ideario olvida que los particulares que constituyen esas comunidades o que son sus ex alumnos son también contribuyentes, y que el Estado no es propietario de los fondos que recauda, sino solo su administrador.

Si una ley atenta contra valores fundamentales de la nación, esa ley no es solo inconstitucional formalmente, sino a la par se destruye a sí misma, a menos que admitamos el positivismo jurídico que llevó a la humanidad al totalitarismo de Estado, bajo el lema "La ley es la ley" y "órdenes son órdenes".