Diario Pulso / Diario El Día de La Serena
El abogado constitucionalista, académico de la Universidad Católica y ex embajador en Estados Unidos, analiza los planteamientos del pontífice sobre derechos de propiedad. De hecho, la próxima semana asistirá a un seminario donde abordará y desmenuzará los planteamientos de esta encíclica.
Según Arturo Fermandois, que la Iglesia Católica aborde el debate sobre derechos de esta naturaleza no es nuevo. Y dice que no hay correlación alguna en el hecho de que justo cuando se hace pública la encíclica, en Chile se esté avanzando en el debate sobre derechos de propiedad a raíz del inicio del proceso constituyente.
¿Qué le parece que el Papa sostenga que el primer principio del ordenamiento ético y social sea el principio de subordinación?
—Pienso que es otra forma de reforzar la que ha sido la doctrina histórica de la Iglesia en materia de propiedad, esto es, que el derecho del propietario, que por cierto se reconoce en esa doctrina, tiene que armonizarse con la legítima búsqueda del bien común. Según Francisco la tradición cristiana "nunca reconoció como absoluto e intocable el derecho a la propiedad privada".
¿Qué piensa de eso?
—Ningún derecho, salvo la libertad de conciencia para algunos autores, es absoluto. Todos los derechos deben armonizarse y relacionarse con los demás y con el bien común. La propiedad no es una excepción en esta regla filosófica y constitucional, lo que no significa que hay autorización para desconocer su núcleo esencial. Además, en la encíclica se subraya la función social de cualquier forma de propiedad privada.
—Aquí aplica lo mismo que en la respuesta anterior. Todo lo que plantea la Iglesia está en las reformas constitucionales sobre propiedad y se respalda en el texto actual de la constitución chilena. La función social está generosamente reconocida en la constitución actual. Creo que hay una cierta desinformación.
¿En qué sentido cree que hay desinformación?
—Hay una cierta desinformación, quizás interesada en algunos sectores, por borrar de la Constitución actual lo que ya tiene, que es precisamente el reconocimiento de la función social. La situación me parece poco leal y poco prolija. El Papa instala un tema de discusión sobre derechos de propiedad que también tiene un correlato en Chile a raíz del inicio del proceso constituyente.
¿Ve similitud en el diagnóstico y en el debate?
—No creo que exista coincidencia o correlación alguna, porque la doctrina de la Iglesia en materia de propiedad ha sido una voz permanente y no emerge sorpresivamente el día de hoy.
