El Mercurio

gabriel bocksang96x96

Señor Director:

Esta semana ha pasado a discutirse en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados un proyecto de ley que, entre otras materias, tiene por objeto suprimir algunos feriados religiosos.

En la fundamentación de la moción (boletín 8888-13), expresan estos honorables diputados que "hoy en Chile existe una serie de feriados oficiales que han ido perdiendo trascendencia a través del tiempo", por lo que consideran conveniente eliminarlos "para que el país avance hacia el desarrollo".

Teniendo presente que entre los feriados que se propone suprimir se encuentra el de la Inmaculada Concepción, celebrada hace unos días (8 de diciembre) con la participación de alrededor de un millón de personas solo en el Santuario de Lo Vásquez, sin contar a la inmensa cantidad de fieles que concurren a festejarla en millares de templos a lo largo de todo Chile, me parece que la justificación expuesta resulta irreal y muy poco convincente. Y aparece como preocupante que, estirándola solo un poco más, en un futuro no muy lejano pudiera desembocarse en la supresión de los feriados de viernes y sábado de Semana Santa, y del feriado de Navidad.

Por otra parte, la finalidad que expresan los honorables señores diputados también asoma como discutible, pues si bien el desarrollo económico juega un rol importante sobre la prosperidad de un pueblo, tal desarrollo no lo es todo. Sostener lo contrario equivaldría a un materialismo (de derecha, centro, izquierda o lo que fuere) cuyas consecuencias perniciosas solemos ver criticadas -y con razón- por políticos de todos los sectores.

Un progreso genuino e integral para Chile ha de reconocer el carácter espiritual de la persona humana, que aflora permanentemente en la sociedad chilena a través de innumerables formas de expresión y de cultura, y muy particularmente en la esperanza y la profunda alegría que representan para millones de chilenos fiestas religiosas como las que se verían afectadas por esta moción.