El nuevo presidente del Centro de Alumnos de la Facultad Derecho UC conversó con El Mercurio Legal sobre diversas temáticas, ahondando en su proyecto universitario.
Mercurio Legal
Tiene 21 años, cursa el sexto semestre de la carrera, es ayudante de Derecho Constitucional, entre 2010 y 2012 fue miembro del Consejo de Delegados y desde mediados de octubre es el nuevo presidente del Centro de Alumnos de Derecho de la Universidad Católica (CADE). ¿Su nombre?, Nicolás Santa María González y ¿su lista?, "Derecho somos todos".
"Entre el 2004 y el 2011 hubo una 'línea más conservadora' en el Centro de Alumnos, sin embargo, esta tendencia nunca se asumió oficialmente ya que se hacían llamar independientes. Desde el año pasado esta línea cambia, con 'Derecho somos todos'", comenta el dirigente.
Un cambio que se transformó en continuidad de la mano de un movimiento que nació en 2011 producto de un diagnóstico: la facultad se encontraba dividida por prejuicios y diferencias de origen que se veían reflejadas en los proyectos políticos y, además, contaba con un estudiantado "poco proactivo y poco crítico de la materia que recibimos en clases y de la forma de entender la misión de servicio que tiene nuestra universidad, con una acción social esporádica y no asumiendo un constante compromiso con la Justicia Social", cuenta.
Respecto de las diferencias entre las listas, Santa María afirma que no se trata de reducir la discusión a un tema de tendencias políticas que, aunque puede tener un contenido, "es uno muy amplio, vago y que al ser llevado a la facultad se transforma más en prejuicios que argumentos", dice y agrega: "Lo que tenemos son principios y pilares claros que guían nuestros cursos de acción, si sobre ello realizamos una Feria del Trabajo, fomentando la igualdad de oportunidades, y alguien dice que es una política de derecha, bien, y si tenemos un discurso crítico ante la falta de integración y afirman que es una política de izquierda, bien también".
— ¿Militas en algún partido o tienes cercanía con alguno?
— No milito en ningún partido, frente a los cuales tengo una posición crítica, pero si tuviera que declarar mi cercanía lo hago con ciertos políticos de la Democracia Cristiana y Renovación Nacional.
— ¿Cómo cuáles?
— Más que cercanía, aplaudo el trabajo que han hecho, por ejemplo, Manuel José Ossandón (RN) y Patricio Walker (DC), ya que ambos han ofrecido coherencia de sus discursos y una política a favor de los más necesitados.
Creo que gran parte del descrédito de la política, de la desconfianza en las instituciones, parte por políticos irresponsable que no saben seguir una línea coherente y se basan más en encuestas que en sus principios. Ossandon ha destacado dentro de RN mantenido una posición crítica e insistiendo en el valor de una política en favor de los marginados y excluidos; Walker, por otro lado, ha mantenido una postura dentro del Senado, de respeto a los Derechos Humanos en todos sus ámbitos, sin ceder frente a conveniencias a corto plazo, como las que lamentablemente vemos en cierta clase política.
— ¿Te gustaría seguir una carrera política?, ¿cuáles son tus planes a futuro?
— Por ahora me apasiona la política universitaria y quiero dedicarme lo más posible en tener un Centro de Alumnos que sea un aporte al país, pero también me motiva el derecho, en especial el público. En este sentido estoy abierto a los distintos medios que puedan concretar mi vocación, ya que pensar y conducir hacia el bien común a la comunidad afortunadamente se puede realizar desde distintos espacios y aún no me he cerrado a ninguno.
La política universitaria
— ¿Y cómo surge "Derecho somos Todos"?, ¿cuáles son sus propuestas y las diferencias que los separan de sus adversarios?
— Sobre la elaboración de este diagnóstico de la facultad, dos agrupaciones de estudiante: 'Construye', grupo de oposición con ciertas ideas más progresistas, y los independientes, se atrevieron a asumir juntos un proyecto más allá de las diferencias que podrían tener en temas contingentes, basándose en los pilares de la integración, pensamiento autónomo y crítico, justicia social y conciencia ciudadana.
Con ello, hemos sabido diferenciarnos de nuestros adversarios al ofrecer un proyecto político pluralista, tanto en los miembros que lo componen como en el mensaje, que busca interpelar a cada estudiante. Más allá del hecho de apoyarnos o no, y al pretender cambios a largo plazo, por primera vez asumimos formalmente la existencia de una línea de centro de alumnos, con responsabilidad e identidad política y principios claros.
— ¿Qué forma parte de su programa?, ¿cuáles son los cambios que quieren realizar como directiva?
— Nos motiva profundizar el mensaje que se instauró este año con "Derecho Somos Todos", que ahora requiere de proyectos que concreticen estos principios y que tienen mucha relación con los puntos críticos que vemos en Derecho UC, en espacial la falta de coherencia con nuestra propia misión: una universidad de excelencia y católica que en virtud de esas características tiene que asumir su misión de servicio y la entrega de un mensaje moral.
Más allá de cambios de fondo, se trata de realizar las reformas necesarias para formar ese verdadero abogado de la UC, y éstas van desde revisar nuestra malla curricular, contar con más instancias de diálogo entre estamentos y devolverle ese rol público, inserto en la contingencia nacional, que ha tenido nuestra carrera a lo largo de su historia.
— ¿Y cuál es su opinión respecto de la propuesta de acortar las carreras universitarias, específicamente para el caso de Derecho?
— Creemos que lo que debe primar en este debate es la formación de abogados que tengan un conocimiento íntegro del Derecho, a eso debería apuntar cualquier reforma. Por ejemplo, si se plantea acortar la malla en especialidades o ramos introductorios, habrá que velar por la existencia de un plan de formación general o una vinculación con un magíster y ver cómo se realizarían las evaluaciones y las metodologías de las clases, pero se deberá analizar cada propuesta en particular en vistas del fin del estudiante y del abogado que se espera formar.
Más que ofrecer ramos específicos nuevos, queremos participar en las instancias correspondientes de la revisión de la malla en torno a tres principios: que ésta sea más actualizada en los contenidos de teoría del derecho, más flexible y más integrada con la sociedad.
— Sobre las demandas y movilizaciones estudiantiles (paros, tomas, marchas), cuál es su postura frente a estos temas.
— Hemos participado del movimiento estudiantil pero hay que distinguir varios aspectos. Respecto del diagnóstico que se ha realizado, lo compartimos, ya que aún existen graves déficit en la educación de nuestro país; sin embargo, a la hora de referirnos al actuar político de la Confech hemos tenido matices: nos oponemos a todo tipo de toma, ya que no es lícito el uso de la fuerza para limitar el ejercicio de derechos de otros; creemos que los paros son medidas excepcionales, con causales análogas al derecho de rebelión, pero que obligan personalmente o en conciencia, nunca a toda la comunidad de la facultad, y las marchas las aprobaremos en cuanto sean pacíficas, luego de un análisis circunstancial.
Lo que más nos interesa es poder contribuir desde nuestro conocimiento del Derecho en el movimiento estudiantil, sobre todo en el contexto del próximo año de elecciones presidenciales. Creemos que más que con salir a la calle, si logramos ser un aporte real en la discusión, como este año se hizo con un informe de la Ley Hinzpeter (elaborado por el CADE) y que llegó hasta la Cámara de Diputados, estaremos cumpliendo con el rol público de un Centro de Alumnos, sobre todo en el tema de fondo que es lograr un sistema educacional más justo, más integrado y de más calidad.
Los resultados
Dos vueltas hubo en las elección del CADE este año. La primera enfrentó a las listas "Vamos Derecho", que obtuvo 269 votos (24%); "Derecho 2013", que totalizó 383 adhesiones (34,1%) y "Derecho somos todos", que contabilizó 471 votos (41,9%).
Estas dos últimas listas pasaron a la siguiente vuelta, que dio como ganadora a "Derecho somos todos", con 533 votos (52,05%), frente a "Derecho 2013", que obtuvo 491 (47,94%).