El resumen ejecutivo de este trabajo fue presentado a través de una actividad desarrollada por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal de Chile, organismo que encargó la realización de este estudio.

El 19 de agosto recién pasado, en el marco de la Jornada Nacional del Consejo Nacional para la prevención de abusos y acompañamiento de víctimas de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), se dio a conocer el resumen ejecutivo del estudio desarrollado por el Centro UC Derecho y Religión que se titula Dinámicas relacionales de abuso sexual en contexto eclesial en Chile: conocer para prevenir, trabajo que busca comprender el tipo de vínculo que ha propiciado los abusos sexuales en contextos eclesiales en el país cometidos, principalmente, por clérigos y que comprenden ámbitos pastorales.

De esta forma, el trabajo presenta datos y análisis de tipo cualitativo (que apunta a comprender el rol del componente psico-religioso en el proceso de construcción de la relación abusiva y el impacto espiritual que tiene en la víctima) y cuantitativo (que busca dimensionar y caracterizar las situaciones donde emergen las relaciones de abuso).

Análisis cualitativo

Por medio entrevistas realizadas a 34 personas (22 corresponden a sobrevivientes y 12 a terapeutas) el análisis cualitativo buscó comprender el fenómeno del abuso sexual tal y cómo es significado por los sobrevivientes a partir de sus experiencias subjetivas.

Del análisis descriptivo de las entrevistas a los sobrevivientes, se identificaron dinámicas relacionales del clérigo o religioso no clérigo con la comunidad, tales como la generación de un grupo cerrado conformado por fieles, el establecimiento de relaciones especiales o exclusivas con algunos miembros de la comunidad, así como dinámicas de competencia entre los jóvenes, donde los abusadores buscan rodearse de discípulos, posicionándose como par dentro del grupo.

Sobre la caracterización de la víctima y su entorno, el estudio identifica, entre otros elementos, una alta participación en comunidades religiosas, en la que la Iglesia les brindaba un sentido de pertenencia y propósito, de modo que la participación en sus instituciones y actividades era un aspecto nuclear de la propia identidad.

Al describir el momento de vida o las características de la propia familia en tiempos donde ocurrió el abuso, un número importante de los entrevistados -especialmente aquellos que sufrieron abuso siendo menores de edad- señalan la existencia de vulnerabilidad económica o emocional, por relaciones familiares disfuncionales o en situación vital conflictiva, en el caso de los abusados en edad adulta.

Destaca la identificación de un “abuso espiritual” en la dinámica relacional, dado que es un elemento que no está presente en otros contextos. Este tipo de abuso es señalado principalmente por quienes fueron victimizados por un clérigo, quienes lo definen como el aprovechamiento de la fe que profesa la víctima para poder abusar de ella, usando la manipulación de conciencia y la distorsión del discurso religioso como estrategia para dar sustento, normalizar o justificar frente a ella sus aproximaciones sexualmente abusivas.

Análisis cuantitativo

Esta información se obtiene a partir de un listado de preguntas con información recopilada de la justicia estatal y de la justicia canónica, que incluye el contenido obtenido desde todo el itinerario jurídico canónico (investigación previa, proceso y decisión) de causas provenientes de diversas diócesis y comunidades religiosas.

Colaboraron con su información para el estudio 21 de las 27 diócesis existentes en el país y a través de la información recopilada fue posible contextualizar la magnitud de los casos sobre los delitos de índole sexual perpetrados por clérigos, sean diocesanos o religiosos. La muestra analizada consiste en la información jurídica de 461 víctimas/sobrevivientes y 168 agresores en total (que se distinguen entre clérigos – diocesanos o religiosos – y no clérigos [religiosos o religiosas]) y, los respectivos procesos (que en la mayor parte tenían a más de una víctima/sobreviviente y, en escasas ocasiones, a más de un agresor).

Dentro de los principales hallazgos en el campo cuantitativo de esta investigación, destacan que todos los agresores en el estudio tienen al menos una víctima/sobreviviente menor de edad y sólo un 5,36% de los agresores tienen víctimas de ambos sexos; de 84 agresores (Clérigos Diocesanos), a 24 de ellos la autoridad les advirtió previamente sobre su conducta, de manera que, eventualmente, se habría protegido a 66 menores de edad, si en vez de realizar dicha advertencia se hubiese iniciado una investigación; en el 90,17% de los casos existe investigación previa; mientras que en el 25% de los casos el abuso ocurre en la parroquia, el 10,77% en la casa propia del clérigo; el 93,2% sufrió tocaciones y en el 47,97% de los casos hubo actos de penetración.

Algunas conclusiones

Los resultados obtenidos dan cuenta de algunas implicancias relevantes de las dinámicas relacionales a tener en cuenta para la prevención, entre las que destacan algunas, como por ejemplo el cuidado especial que hay que tener con niños, niñas y adolescentes, respecto a estrategias de prevención en la línea de discutir el rol y límites que el sacerdote y los religiosos deben tener en la relación con ellos y los sacramentos, así como la educación para la fe, o el cuestionar la normalización que pudiera darse de relaciones exclusivas o privilegiadas entre el sacerdote/ religioso y algunos fieles, especialmente cuando son niños, niñas y jóvenes, por los riesgos que pueden tener este tipo de relaciones.

El estudio finaliza señalando que, para prevenir hacia el futuro y reparar hacia el pasado, “es necesario comprender que los delitos cometidos en la Iglesia constituyen el mayor desafío pastoral, la mayor urgencia para la Iglesia que peregrina en Chile”.

Revisa el resumen ejecutivo del documento aquí

Información periodística: Conferencia Episcopal de Chile