En la instancia, desarrollada en modalidad presencial, la directora del departamento de Derecho Privado de nuestra Facultad presentó la charla magistral ‘La nueva institucionalidad de infancia: avances y nudos críticos pendientes’.

El pasado 19 de abril se llevó a cabo la ceremonia de inauguración del año académico de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Viña del Mar, instancia que contó con participación de la directora del departamento de Derecho Privado de nuestra Facultad Carmen Domínguez Hidalgo, quien fue la invitada de honor.

En la cita, la profesora Domínguez presentó la ponencia titulada La nueva institucionalidad de infancia: avances y nudos críticos pendientes a través de la cual relevó la importancia de esta temática, desarrollando una síntesis de la evolución y posterior diagnóstico del Sistema de Protección a la Infancia en nuestro país, donde revisó los principales problemas o nudos críticos que deben enfrentar la institucionalidad del Estado para lograr la debida protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes.

Frente a ello, Domínguez explicó cómo las dos más recientes leyes promulgadas, la que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, que rige desde el año 2021, y la Ley de Garantías de la Niñez del 2022, se estarían haciendo cargo de estas dificultades a través de la acción preventiva en todos los niveles (nacional, territorial) y a todas las autoridades involucradas, estableciendo la descentralización, universalidad e igualdad como principios de la prevención e imponiéndose como tarea de los Alcaldes la protección de la infancia.

Finalmente, expuso una serie de medidas o lineamientos desarrollados por el Centro UC de la Familia, al cual está adscrita, para hacer frente a los problemas que aún persisten y que tienen relación con el ámbito de la prevención, proponiendo su anclaje en la perspectiva familiar. “Un solo artículo alude a la familia cuando es indudable que el mayor bienestar de un niño se alcanza cuando cuenta con una familia comprometida en su desarrollo. La evidencia así lo demuestra: quien cuenta con padres comprometidos en su crecimiento alcanza mayores índices de escolaridad, salud mental y menor probabilidad de verse envuelto en situaciones de riesgo. Por ello, la acción preventiva debe ir orientada a acompañar la vida familiar, ayudando a sus miembros mejorar su capacidad de diálogo, resolver os conflictos de manera pacífica, a los padres orientarlos a la tarea educativa”, afirmó la académica.