El académico Arturo Yrarrázaval fue distinguido con el Premio Monseñor Carlos Casanueva, mientras que el profesor José Luis Cea fue nombrado Profesor Emérito UC, reconocimientos anunciados al cumplirse 133 años de la Universidad y de la Facultad.
Por segundo año consecutivo, la casa de estudios celebró de manera virtual su aniversario en el día del Sagrado Corazón, efectuando además su cuenta pública anual. En ese contexto, el rector Ignacio Sánchez recalcó el compromiso público que han tenido los integrantes de la comunidad universitaria en medio de la emergencia sanitaria que vivimos, indicando que “la pandemia nos encuentra aportando al país de manera muy significativa, involucrados en las necesidades más acuciantes de nuestra población”.
En la ocasión, se hizo entrega del Premio Monseñor Carlos Casanueva, reconocimiento que se otorga desde el año 2002 por la Dirección Superior y que distingue a un profesor de trayectoria en la UC que haya destacado por dejar una impronta en la comunidad universitaria. Es el máximo reconocimiento que puede obtener un académico durante su trayectoria en la institución. Este año recayó en el profesor y exdecano de nuestra Facultad, Arturo Yrarrázaval. El profesor Yrarrázaval estudió derecho en la UC, obtuvo un magíster en la Universidad de Nueva York y un doctorado en Yale. Su especialidad es el derecho económico y, dentro de éste, la libre competencia y los arbitrajes internacionales.
El académico, indicó que “tomo este premio con humildad pues más que un reconocimiento a mi actividad académica, lo es a una Facultad que supo con el aporte de sus profesores, administrativos y estudiantes volviera a liderar en el ámbito del Derecho. Así lo dicen, los rankings nacionales e internacionales de las Facultades de Derecho. Esto ha sido un trabajo en equipo de cientos de personas, del cual nos sentimos muy orgullosos”.
El profesor Yrarrázaval destacó que una de las iniciativas que impulsó junto a su equipo mientras fue decano, “la contratación de muchos profesores de tiempo completo, investigadores y académicos jóvenes. La Facultad pasó de tener pocos profesores en esas categorías, a una Facultad con más de 200 profesores, destacadísimos la mayoría de ellos. Falta todavía la incorporación de más profesoras mujeres, que espero que se logre a la brevedad”, afirmó el académico UC.
Otro hito relevante fue “convertir en realidad un sueño, como fue el Edificio Derecho UC. Tuvimos que financiar una tremenda inversión con donaciones. Era algo bastante insólito en Chile, pero salimos a pedir aportes a los profesores, administrativos, estudiantes, ex alumnos, Estudios de Abogados y empresas. Fue emocionante cómo casi todos fueron donando, en la medida de sus posibilidades”.
También es relevante que bajo la dirigencia de Yrarrázaval, Derecho se convirtió en pionera en incorporar alumnos a primer año, pertenecientes a familias vulnerables. “Nos ha ido bien como universidad en esto, pero todavía queda mucho por hacer en lo que se denomina acompañamiento. Es un trabajo de hormiga que demanda muchos recursos y voluntarios”. A esto agregó que “más que un hito personal como académico deseo destacar la satisfacción de pertenecer a una Facultad que es una verdadera “gran familia Derecho UC”. Lo anterior no es una frase sino una realidad donde hay mucho trabajo bien hecho todos los días, con gran amistad y respeto, de excelencia.
El profesor José Luis Cea es autor de más de trescientas publicaciones, incluyendo catorce libros. Es licenciado en Derecho de la UC y abogado, máster en Derecho y master en Ciencia Política y doctorado en Derecho por la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos). Profesor titular de Derecho Político y Derecho Constitucional en la Universidad Católica y de Chile.
El profesor Cea no vacila en declarar la importancia de la institución en su trayectoria: “He vivido 60 años en la Pontificia Universidad Católica de Chile, siento que ella me ha dejado una huella inolvidable", sostiene y continúa: "Siempre me he identificado con los valores de la fe y el sacrificio, del respeto y la perseverancia. Así me los enseñaron en la familia y, después, los maestros que tuve en los años de estudiante en la Escuela de Derecho. Desde entonces, he procurado trasmitirlos a mis más de 20.000 exalumnos. A ellos nunca olvido decirles que no se sientan solo de paso por nuestra alma máter, sino que, irradiados por esta en su voluntad y espíritu humanista, es decir, la búsqueda de justicia para la paz, de libertad y progreso sin discriminaciones".
"Mirando hacia atrás, renuevo mi gratitud al recordar tantos y hermosos años vividos. Me vuelvo luego al futuro y ruego al Sagrado Corazón, nuestro patrono, que siga iluminando a la comunidad que somos en su avance por el camino que lleva a Dios y a renovar el compromiso por la patria y la universidad”, sostuvo el académico.
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