La publicación analiza elementos contenidos en nuestra carta fundamental, tales como la dignidad de la persona; derechos fundamentales de las personas y en materia laboral; derecho del trabajo y otros derechos y libertades constitucionales; y, finalmente, entrega consideraciones para una nueva carta fundamental.

El profesor del Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de nuestra Facultad, Francisco Tapia, desarrolló un informe de carácter técnico titulado Consideraciones para una constitución laboral, publicación realizada para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que tiene como finalidad brindar insumos que puedan ser de utilidad para el debate constitucional que comienza el país en materia de derecho laboral.

En este documento, el profesor Tapia analiza elementos clave del constitucionalismo social chileno, los derechos fundamentales en el trabajo y otros derechos y libertades constitucionales, siempre a la luz de las normas internacionales del trabajo y de la experiencia recopilada de otros países y, finalmente, propone una serie de consideraciones a tener presentes en la elaboración de una constitución laboral en Chile, basados en la persona y su dignidad.

Dentro de los principales aspectos que releva el profesor Tapia en su informe se encuentran: la persona como eje central de la constitución; de contenido esencialmente protector que promueva, además, los institutos de la dimensión colectiva de las relaciones laborales; la promoción del “trabajo decente”, con la formulación de prioridades que se traducen en 'promover oportunidades para que los hombres y las mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana; afrontar los desafíos del futuro del trabajo a través de un marco constitucional que devuelva el equilibrio a las relaciones entre el hombre y la naturaleza'; una carta fundamental que reconozca los derechos fundamentales en el trabajo, como expresión de la consciencia universal y de la legislación internacional en la materia; la libertad de asociación, la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva; eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; abolición efectiva del trabajo infantil; la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación; la debida diligencia del Estado en el cumplimiento de los deberes que imponen los derechos fundamentales en el trabajo; entre otros.

Finalmente, desde la OIT explicaron que las propuestas que se formulan en el informe tienen su fundamento principal en la Declaración de Filadelfia de la Organización Internacional del Trabajo, de 1.944, que establece que “el trabajo no es una mercancía”, lo que en el marco constitucional significa el reconocimiento expreso de la persona y su actividad en el centro de la Constitución. Este reconocimiento impulsa además “el compromiso de promover el trabajo decente y el diálogo social, en cuanto expresión de la valoración de la persona en sus múltiples dimensiones y necesidades, como también en reconocimiento de su naturaleza social”, destaca el reporte.

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