Las estudiantes realizaron su práctica profesional durante un año en la Clínica Jurídica, período en el que ejecutaron sus trabajos de finalización de carrera fortaleciendo su modelo de atención integral.

Desde el año 2016 la Clínica Jurídica Derecho UC desarrolla un modelo de atención integral e interdisciplinario para sus usuarios en colaboración con la Escuela de Trabajo Social UC, iniciativa que se consolidó en el año 2017 con la creación del Área de Atención Social en la Clínica Jurídica Derecho UC, la cual recibe a estudiantes de tres programas: Práctica Inicial, Práctica Profesional, ambos de la Escuela de Trabajo Social UC, y del Programa de Práctica Global de la School of Social Work de Boston College .

A través de esta iniciativa, los estudiantes de Trabajo Social no sólo realizan de manera cíclica y contracíclica sus procesos de práctica, adquiriendo con ello habilidades profesionales básicas para la intervención social, sino que además realizan diversos proyectos de investigación los cuales buscan aportar a la mejora continua de los procesos y servicios de atención de usuarios de la Clínica Jurídica UC.

En este contexto, durante el año 2020, ocho estudiantes realizaron su práctica en el Área de Atención Social de la Clínica Jurídica: Javiera Muñoz, Makarena Espinoza, Micaela Herrera, André Vargas y Paloma Bobadilla en el marco del Programa de Práctica Profesional de la Escuela de Trabajo Social UC; Belén Alarcón y Paz Llantén del Programa de Práctica Inicial de la Escuela de Trabajo Social UC; y Rochelle Rivera del Programa de Práctica Global de la School of Social Work Boston College. En total realizaron los alumnos 340 evaluaciones socio económicas y 230 atenciones sociales a usuarios.

Las estudiantes de práctica inicial Paz Llantén y Belén Alarcón propusieron un estándar de calidad de atención para los usuarios de la Clínica Jurídica, entregando un mapa estratégico y diversas herramientas de planificación que permiten representar gráficamente los lineamientos de la institución para cumplir su visión y misión.

Las estudiantes Paloma Bobadilla, Javiera Muñoz, Makarena Espinoza, Micaela Herrera y André Vargas, en tanto, realizado sus trabajos en las materias de derecho de familia específicamente, en cuidado persona, relación directa y regular, pensión de alimentos y violencia intrafamiliar; en derecho laboral específicamente en vulneración de los derechos de los trabajadores y en derecho migratorio.

Por último, la estudiante de Práctica Global Rochelle Rivera desarrolló el proyecto Sistema de Evaluación Integral para la Clínica Jurídica, desarrollando instrumentos que permitan tomar decisiones enfocados a la mejora continua de los procesos y los servicios.

La encargada del Área de Atención Social dela Clínica Jurídica, Estefanía Palacios, comento que “ha sido de gran impacto ya que gracias a los conocimientos y habilidades de las profesionales y estudiantes de Trabajo Social se ha contribuido al desarrollo organizacional, la mejora de procesos de atención, el fortalecimiento del trabajo en red con otras instituciones. Además, ha permitido implementar un modelo de atención interdisciplinario que ha sido pionero a nivel nacional en contexto de Clínicas Jurídicas, el cual beneficia directamente la formación práctica de estudiantes de Derecho y Trabajo Social”.

La estudiante Makarena Espinoza aseguró: “La Clínica Jurídica es un espacio muy apropiado de aprendizaje en el cual, a través del trabajo diario, es posible poner a pruebas las herramientas que se han adquirido durante los años de formación, acompañados de profesionales que en todo momento nos apoyan y guían en el proceso y nos dan espacio de actuar con autonomía, aprendiendo a tomar las mejores decisiones para nuestro trabajo y el bienestar de los usuarios”.

El alumno André Vargas, en tanto, destacó el trabajo interdisciplinario que se da en esta práctica, indicando que el principal desafíos de trabajar con abogados es el lenguaje y los términos jurídicos. “Como áreas y escuelas de educación distintas, pero relacionadas, el Trabajo Social y el Derecho perciben y tratan un dilema de maneras a veces muy diferentes, con conceptos y teorías propias de su campo de experiencia”.

Por su parte, Micaela Herrera, se refirió a la experiencia de realizar su práctica en el marco de la pandemia por Covid-19. “En este contexto han existido varios desafíos que tienen que ver con la nueva modalidad de trabajo, el cual impide compartir el espacio físico con profesionales, estudiantes y usuarios. Otro desafío importante son las necesidades de las personas, las que, debido al contexto, se tornan más complejas. En este sentido, las redes de apoyo han sido importantes y pudimos realizar nuestra labor de buena manera”.

Finalmente, Javiera Muñoz, recomendó a sus compañeros el realizar su práctica en la Clínica Jurídica, manifestando que “sin duda, los practicantes son considerados al momento de realizar las labores, hay una preocupación y acompañamiento constante por parte de las supervisoras. En este sentido, se entregan las herramientas para el desarrollo de la autonomía en el trabajo y se adquieren y refuerzan aprendizajes teóricos y prácticos propios del Trabajo Social, como lo es la elaboración de informes sociales y las entrevistas a usuarios. También se genera una cercanía en que las supervisoras identifican y potencian nuestras habilidades, así como también crean instancias en las cuales trabajar los aspectos que notan más débiles”.