Los encuentros, organizados conjuntamente por los departamentos de Derecho Público de la Universidad Católica, la Universidad de Chile y la Universidad de Valparaíso, buscan informar, debatir y reflexionar sobre el proceso que dará forma a la nueva Constitución y su funcionamiento.

El pasado viernes 06 de noviembre comenzó la primera sesión del Ciclo de Charlas “Convención y Nueva Constitución: Coloquios Virtuales sobre el Reglamento”, que busca examinar diversos temas vinculados con las normas de funcionamiento de la convención. Todo esto para contribuir desde una reflexión académica con el importante desafío de este proceso constituyente como es la definición del reglamento de funcionamiento y de votación de la convención.

La presentación estuvo a cargo del profesor Sebastián Soto (UC) quien se refirió al procedimiento y organización de la convención para aprobar un texto de una nueva Constitución. Los comentarios estuvieron a cargo de los académicos Jaime Bassa (UV) y Ana María García (U. Chile).

El director del departamento de Derecho Público de la UC, Sebastián Soto, comentó que “el procedimiento es la forma que tendrá la convención para resolver sus discrepancias y la organización es el mecanismo que tiene la convención para poder deliberar de mejor manera”, planteando un análisis con la experiencia comparada y con nuestra tradición mirando el procedimiento legislativo. Para eso primero analizó la organización de la convención y luego el procedimiento para aprobar una nueva Constitución.

Unas de las interrogantes planteadas por el profesor Soto, fue si más o menos comisiones, indicando que, para él, la opción de menos comisiones es la más idónea, comentando que “esta alternativa, reduce la probabilidad de textos no coordinados entre sí; evita la mirada de compartimiento estanco. Además, si cada capítulo, por ejemplo, lo estudia una comisión tendremos escasa uniformidad y un incentivo a regular más que menos porque cada comisión intentará definirlo todo”.

Asimismo, propuso dos comisiones temáticas: una en la que se hable de instituciones y otra que se refiera a los derechos, cada una de ellas integrada por 30 convencionales. En lo que respecta al procedimiento, el profesor Soto propuso un proceso circular que va y viene desde las comisiones al pleno para así ir revisando textos e ir agregando voluntades. A eso suma una Comisión de Técnica Constitucional que informa también los textos emanados de las comisiones temáticas serviría también de contrapeso interno a las deliberaciones de la Convención.

Luego intervino la profesora de la Universidad de Chile, Ana María García, quien destacó el trabajo completo del profesor Soto, indicando que “en vez de establecer dos grandes comisiones temáticas, las que se refieren a los aspectos dogmáticos y orgánicos, creo que podría resultar más expedito y realista poner comisiones temáticas por capítulos concretos, tales como, derechos fundamentales, gobierno, congreso, poder judicial, etc., y este podría responder a una lógica constitucional y generar productos más coherentes”.    

A esto agregó “en las comisiones funcionales, creo que nadie podría estar en desacuerdo con la comisión de régimen interno, que busca establecer un orden de la casa, tomar decisiones administrativas, de gestión y que son fundamentales para el funcionamiento de la convención; y destacar la función de la comisión de participación ciudadana, y que ésta será indispensable para dar a conocer a la sociedad civil lo que está haciendo la convención, recibir peticiones e información de la ciudadanía y si es posible dar respuestas a las consultas formuladas. Además, se podrían transmitir las sesiones, informar por redes sociales de forma sistemática, ya que es fundamental establecer mecanismos de trasparencia y establecer fórmulas que permitan relacionarse con los medios de comunicación, porque esto genera confianza, promueve vínculos con el proceso”.

Finalmente, el director de Derecho Público de la Facultad de la Universidad de Valparaíso, Jaime Bassa, manifestó que “como primer objetivo, debemos tener una Constitución que esté bien escrita, con un procedimiento legítimo, con un reglamento que sea funcional y lograr la mayor participación ciudadana posible. Desde esa perspectiva la propuesta de Sebastián es muy complicada, ya que genera elementos que va distorsionando el contenido y la decisión política que toman las comisiones temáticas, y esto va dificultando progresivamente la participación de la ciudadanía y ese elemento es fundamental, porque si llegamos al 2022 con una constitución perfectamente redactada, pero de espalda al pueblo, este proceso va a fracasar”.

En la misma línea promovió la simplificación del proceso constituyente, “darle cierta linealidad, de modo que la ciudadanía pueda seguir el proceso y entienda cuando se van cumpliendo las etapas”.

La actividad finalizó con una nutrida ronda de preguntas por parte del público asistente, sobre la participación ciudadana, la representación de la convención, entre otros temas.

Revisa el Coloquio completo aquí: