Los académicos Mario Correa, Jaime Alcalde, Marcos Jaramillo y Rodrigo Pablo se unieron al capítulo chileno de la Unión Internacional de Juristas Católicos.

Haciendo realidad un largo anhelo, se constituyó la Asociación Chilena de Juristas Católicos bajo la forma de una corporación cultural. Su presidente es el profesor Derecho UC Mario Correa Bascuñán, director del departamento de Derecho Privado. El resto de los cargos directivos son servidos por Julio Alvear, Jaime Alcalde, Henry Boys, Álvaro Tejos y Jaime Carrasco, todos ellos vinculados al mundo académico. También integran la asociación, entre otros, los profesores de la Facultad Marcos Jaramillo y Rodrigo Pablo.

La Asociación se integró de inmediato como capítulo nacional a la Unión Internacional de Juristas Católicos, que cuenta con otros 23 miembros. Aunque con una existencia informal anterior, que se remonta a ciertos esfuerzos desplegados desde la década de 1940 y que encontraron acogida en el Movimiento Internacional de Intelectuales Católicos (MIIC-Pax Romana), ella fue creada en París en 1986 para promover a través del mundo la unidad de acción espiritual y temporal de los católicos vinculados al Derecho, tanto desde una perspectiva teórica como práctica. El Pontificio Consejo para los Laicos, por decreto de 17 de octubre de 2002, erigió la Unión como asociación privada internacional de fieles de derecho pontificio, con reconocimiento de su personalidad jurídica. Su sede social quedó fijada en el Palacio de la Cancillería, donde funcionan los tribunales apostólicos. Cuenta con consejero eclesiástico, cargo que ejerce desde 2009 el Cardenal Raymond Leo Burke. Desde 2019, la presidencia corresponde al juez y académico Ricardo Dip (Brasil).

Una vez creada, la directiva presentó la Asociación a monseñor Celestino Aós, arzobispo de Santiago, poniéndose a su disposición. Su objetivo es contribuir al mantenimiento de los principios cristianos en la filosofía y en la ciencia del derecho, en la actividad legislativa, judicial y administrativa, en la enseñanza y en la investigación, así como en la vida pública y profesional.