La presentación de la obra del profesor Derecho UC Carlos Amunátegu dio pie a un debate sobre el desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial y de su rol en el derecho, abordando aspectos técnicos y los riesgos que entrañan para el futuro.

El pasado miércoles 10 de junio se realizó el lanzamiento de la obra del profesor del departamento de Derecho Privado UC, Carlos Amunátegui (link), titulada Arcana Technicae. El Derecho y la Inteligencia Artificial, el que fue comentado por Carolina Aguerre, co-directora del centro Tecnología y Sociedad de la Universidad San Andrés; Matías Aránguiz, coordinador programa UC de Derecho, Ciencia y Tecnología; y Patricio Carvajal, profesor de derecho civil y romano UC.

El autor explicó que el libro se estructura en tres secciones principales. La primera, dirigida a explorar el desarrollo de la Inteligencia Artificial y las técnicas utilizadas actualmente para generarla. La segunda, que tiene por objetivo tratar los problemas jurídicos que actualmente surgen a su alero, tanto en materia contractual, como extracontractual, y especialmente en lo relativo a la discriminación algorítmica. La tercera, aseguró, aborda cómo esta tecnología puede cambiar nuestra aproximación al Derecho y, por ende, a nuestra forma de estructuración social.

A continuación se dio paso a la presentación de los comentaristas de la obra. Así, la primera intervención estuvo a cargo de la profesora Carolina Aguerre con su ponencia Sesgo e Inteligencia Artificial en la que aseguró que el gran problema de los sistemas basados en el aprendizaje automatizado o machine learning es justamente el sesgo. “Parte de lo que tenemos que hacer es incorporar reflexivamente esta noción de qué es lo que esta tecnología nos va a permitir desarrollar, teniendo en consideración que el sesgo y el prejuicio van a seguir siendo parte de la naturaleza humana, y cómo podemos incorporar estas –supuestas– ventajas que las tecnologías basadas en el aprendizaje automatizado en el campo jurídico”.

Matías Aránguiz, en tanto, abordó lo que se conoce como “jueces algorítmicos”, postulando la posibilidad de reemplazar a jueces por máquinas. Para ello hizo referencia a algunas de las limitaciones que tiene la inteligencia artificial, como la necesidad que tienen de consumir muchos datos y la fragilidad y complejidad de sus sistemas, “lo que los hace fácilmente engañables”. Tras ello, señaló que aún es complicada la idea de reemplazar jueces por máquinas, sin embargo, recalcó que existen muchas aplicaciones que, sin reemplazar al juez, pueden serle de mucha utilidad.

Por su parte, el profesor Patricio Carvajal abordó la temática de la inteligencia artificial y la contratación, señalando algunas áreas sectoriales en que probablemente la IA tenga una rápida penetración, como en la responsabilidad de titulares y usuarios de tarjetas, medios electrónicos de pago, portabilidad financiera y otros ámbitos derecho del consumidor. A pesar de esto, aseguró, en aquellas áreas en las que se requiere romper reglas generales, la IA no funcionará tan bien. “La inteligencia artificial no es capaz de reflexionar. Así, se criticó mucho de nuestra parte el caso de Estonia, en que absolutamente todos los juicios de menor cuantía se traspasaron a jueces que son una inteligencia artificial. Eso es claro que conducirá a resultados injustos, precisamente porque se pretende aplicar a todas las materias sin excepción”.

La última exposición estuvo a cargo del autor del libro, profesor Amunátegui, quien se refirió a la creciente autonomía que ostentan los sistemas de inteligencia artificial basados en redes neuronales, presentando el desafío de otorgarles un estatuto jurídico que regule las consecuencias positivas y negativas que se derivan de su actuar.

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