La instancia sirvió para dialogar y reflexionar sobre el crucial momento que vive el país en relación a las demandas sociales y al aporte que deben hacer las instituciones del Poder Judicial para resguardar la equidad.

En el marco del Foro Constitucional UC y como forma de explicar y reflexionar sobre el momento social que vive el país y la relación que tiene el Derecho, el pasado miércoles 18 de diciembre el Programa Reformas a la Justicia UC desarrolló el Coloquio Poder Judicial y Proceso Constituyente moderado por el subdirector del Programa Reformas a la Justicia UC y profesor Nicolás Frías.

En la oportunidad tres juristas expusieron sus puntos de vista donde reconocieron que el momento de crisis actual será más complejo si las instituciones políticas, como el Poder Ejecutivo, y judiciales, como el Poder Judicial, no logran destrabar los desacuerdos que mantienen al país sumido en la incertidumbre.

Respecto a esto, la profesora de Derecho Procesal de la Universidad de los Andes, Priscila Machado, analizó el rol de la Corte Suprema en la experiencia brasileña como mecanismo comparado en los períodos de transición constitucional desde dos perspectivas. “La primera considera a la Corte Suprema como objeto de deliberación constitucional. En este sentido se enfoca a cómo podría ser la Corte Suprema producto de la deliberación constituyente y los ministros como agentes en el proceso para un nuevo diseño orgánico institucional. La segunda perspectiva considera a la Corte Suprema como el poder del Estado capaz de decidir sobre la dinámica y los límites del proceso constituyente, garantizando la permanencia del orden constitucional y de las leyes hasta la promulgación de la nueva Constitución”.

Machado aseguró que la diferencia del contexto político y social entre la experiencia brasileña y el Chile actual es que “si llega a ganar el No en el plebiscito de abril del 2020, es decir que la ciudadanía no quiere una nueva Constitución, la presión social podría empeorar, y si llega a ganar el Sí, es decir que la ciudadanía sí quiere una nueva carta fundamental, tampoco se sabe qué podría pasar porque la redacción de la enmienda tiene dificultades”.

Luego tomó la palabra el secretario académico de la Facultad de Derecho UC y profesor del Departamento de Fundamentos del Derecho, Cristián Villalonga, quien reflexionó sobre la estructura del Poder Judicial en el eventual proceso constituyente. En relación a esto, señaló que “todos los cambios constitucionales desde la década del 80 en adelante han alterado de manera significativa las estructuras que el Poder Judicial tenía a mediados del siglo XX”.

Sobre el proceso constituyente que está comenzando, Villalonga añadió que será complejo porque se desarrollará “en un contexto en que existe una gran desconfianza respecto a las instituciones en general y a la judicatura en particular”, y agregó que el contexto de “fragmentación política a nivel general” agudizará la desconfianza en las instituciones.

Indicó también que cualquiera sea el resultado del proceso constituyente los tribunales tendrán un rol fundamental no solamente en el proceso de transición, sino que en todo el período que está por venir con posterioridad a la implementación de la nueva Constitución.

Finalmente, y sobre los distintos escenarios del proceso constituyente, si la nueva Constitución llega a ser minimalista, donde la definición de los derechos sea escueta, “es probable que los tribunales terminen dotando de contenido a los derechos constitucionales”. En caso de que la Constitución sea maximalista, “nos encontraremos con derechos amplios que podrían ser enjuiciables”. El último escenario es que “el debate sea populista-autoritario, y en este caso la judicatura debería ser la última barrera de protección del estado de derecho”.

La última intervención estuvo a cargo del exministro de la Corte Suprema y profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Héctor Carreño, quien indicó que el trabajo que se viene en cuanto al proceso constituyente y al rol del Poder Judicial es de una “complejidad enorme, gigante”. Además, recalcó que la actual Constitución es “minimalista” y que consta solamente de siete artículos y en los que se regulan algunos aspectos que ni siquiera son fundamentales.

Sin embargo, y respecto al proceso constituyente y a la creación de una nueva Constitución, el profesor Carreño cuestionó que vaya a ser extensa si "generará problemas jurídicos".