En el marco del curso Práctica I, liderado por la profesora María José Gassibe H., los alumnos tuvieron la posibilidad de participar como demandado y demandante de la audiencia presidida por la magistrado Carolina Illanes Monroy. 

El pasado lunes 10 se septiembre, los alumnos del curso Practica I, de la  profesora María José Gassibe H., tuvieron la posibilidad de simular una audiencia preparatoria en materia de alimentos y relación directa y regular en 1º Juzgado de Familia de Santiago junto a la magistrado Carolina Illanes Monroy, quien presidió la sesión. 

En la instancia, los alumnos se dividieron en grupos de demandantes y demandados, simulando un juicio en las dependencias del Tribunal con el objetivo de abordar los contenidos del curso de una manera práctica y cercana a la realidad. 

“Este tipo de iniciativas acercan la realidad del ejercicio profesional a los alumnos”, aseguró la profesora Gassibe. “Esta actividad buscó profundizar sus conocimientos, darles la oportunidad de adquirir destrezas como litigantes y confianza en sus capacidades. Además, es una instancia muy lúdica de trabajo que -además de favorecer el aprendizaje formal- fortalece sus habilidades blandas, como el trabajo en equipo, adaptación al cambio, empatía, entre otras”. 

Los alumnos por su parte fueron muy receptivos a esta metodología de enseñanza, valorando la oportunidad de participar en esta experiencia apegada a la realidad. “Fue una experiencia única donde tuvimos la oportunidad vivir una audiencia, aunque ficticia, sin el miedo que involucra la responsabilidad de estar a cargo del patrocinado, lo que te deja mucho mejor preparado para la experiencia real”, aseguró el alumno Nicolás Prieto. 

“Me parece que la iniciativa resultó muy provechosa en cuanto a interiorizarnos con la realidad practica de los tribunales y cuáles son las observaciones que realizan los jueces al desempeño de los litigantes, las cuales resultan ciertamente invaluables para la formación de los futuros abogados”, comentó Alejandro Andrade. 

Lo que más valoré, declaró María Josefa Lastra R., fue la buena voluntad del magistrado que se mostró siempre atenta y dispuesta a resolver nuestras inquietudes, así como el “carácter de formalidad distendida que se produjo en la simulación, ya que nos permitió experimentar de forma pedagógica una situación de litigio real, que en la mayoría de los casos, los alumnos de derecho no tienen la oportunidad de presenciar", agregó Alejandro Andrade.