Gracias al trabajo realizado por los alumnos, abogada ayudante y la profesora María Elena Santibáñez, la justicia condenó a un hombre que abusaba de su pequeña nieta.

"Muchas veces llegan hasta la Clínica Jurídica de nuestra Facultad casos que son verdaderamente impactantes, en donde los alumnos se ven enfrentados a crudas realidades", relató la profesora a cargo de la Clínica especializada en Derecho Penal María Elena Santibáñez.

Hace algunos meses llegó hasta el consultorio de la Clínica Jurídica el caso de una menor de nueve años quien fue abusada por su abuelo materno. La fiscalía estaba a punto de cerrar la investigación, por lo que el equipo tuvo que trabajar rápidamente para presentar autónomamente una querella y pedir la reapertura de la causa. Esto, según explicó la abogada, debido a que no se había hecho el peritaje de credibilidad de relato por parte de la fiscalía.

Gracias al arduo trabajo realizado por la profesora junto a la abogada ayudante del curso, Constanza Garrido, y las alumnas Paula Olivares y Alessandra Scognamillo, se sostuvo la acusación en forma particular, sin ministerio público pues finalmente decidió no perseverar en el caso, y fueron a juicio oral. "Fue un enorme trabajo poder ir a juicio solos, quiero destacar el enorme sacrificio y compromiso que tuvieron para la preparación de material de este juicio oral las alumnas y la abogada ayudante, de quienes me siento tremendamente orgullosa", aseguró la abogada penalista, quien agregó que la gran misión de la Clínica Jurídica de la Facultad es acercar a los estudiantes a casos reales que se tramitan en los tribunales.

Durante el juicio, se llamaron a testigos y peritos y se consiguió que la víctima y su hermana tuvieran acceso diferenciado y declararan en sala especial con acompañamiento de perros especializados, lo que facilitó la entrega del testimonio de las menores, explicó la académica. El resultado fue positivo y la justicia dictamino finalmente a favor de la Clínica declarando culpable de abuso sexual al sujeto, quien obtuvo por unanimidad de la sala, una sentencia de cuatro años de pena sustitutiva y la prohibición de acercarse a la menor.

Las alumnas, por su parte, se declararon orgullosas de haber podido participar activamente en este caso y afortunadas al haber tenido la posibilidad de ser parte del juicio oral realizado y ganado por la Clínica Jurídica. Según comentaron, fueron meses de mucho trabajo, que les permitieron comprometerse con una causa real y ayudar de manera tangible a quienes necesitan más que nunca de la justicia.

"Son estas las instancias que nos permiten entender que más allá de ser buenos estudiantes, debemos ser capaces de ser profesionales realmente comprometidos el día de mañana", aseguró Olivares.