La gerenta legal de Anglo American Chile ha sido reconocida como una de las abogadas más influyentes del país: fue reconocida como Ejecutiva del Año por Mujeres Empresarias y Diario Financiero; fue elegida una de las 100 mujeres líderes por El Mercurio; y fue incluida en el GC Powerlist Chile de The Legal 500. “La minería es una industria estratégica para el desarrollo del país, y poder incidir desde distintos espacios es un desafío que asumo con energía y responsabilidad”, dice.
Si se habla de mujeres líderes en el mundo minero y legal, Paola Cifuentes es, sin duda, una de ellas.
La exalumna de Derecho UC y actual gerenta legal de la compañía minera Anglo American Chile tuvo un 2024 brillante en lo profesional, con importantes logos: fue reconocida como Ejecutiva del Año por Mujeres Empresarias y Diario Financiero; fue elegida una de las 100 mujeres líderes por El Mercurio; y fue incluida en el GC Powerlist Chile de The Legal 500, ranking que destaca a las gerentas legales más influyentes del país. Toda una referente en el liderazgo femenino en minería.
Con 28 años de experiencia profesional en minería y energía, Cifuentes ha liderado diversos equipos y ha trabajado planificando negociaciones y estructuras legales complejas y multijurisdiccionales de carácter corporativo, comercial, societario, laboral y financiero.
Por si fuera poco, también trabaja por la inclusión y la inspiración de nuevas generaciones para la industria minera.
Derecho UC conversó con Paola Cifuentes -quien también es directora de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI)- sobre su trayectoria, sobre el derecho minero y, además, respecto a cómo influyó la Facultad en su carrera.
¿Cómo toma toda esa gran responsabilidad en un rubro demandante y desafiante?
Con mucha humildad, pero también con un fuerte sentido de compromiso. La minería es una industria estratégica para el desarrollo del país, y poder incidir desde distintos espacios -ya sea como gerente legal de una compañía como Anglo American, como directora de SONAMI o participando en instancias que promuevan el liderazgo femenino- es un desafío que asumo con energía y responsabilidad. Tengo claro que, en roles de liderazgo, una muchas veces representa algo más que su propio trabajo: también representa una oportunidad para abrir caminos y visibilizar otras formas de ejercer liderazgo, más inclusivas, colaborativas y diversas.
¿Cómo le gustaría aportar al Derecho y al sector minero y energético en el mediano o largo plazo?
Desde mi posición actual en la industria, tengo muy claro que uno de los grandes desafíos que enfrentamos quienes trabajamos en minería es liderar con responsabilidad la transición energética. Para que eso sea posible, necesitamos avanzar hacia una minería sustentable y profundamente colaborativa. Desde el Derecho, me interesa seguir fortaleciendo los marcos regulatorios que permitan una industria más ágil, pero también más exigente en sus estándares sociales y ambientales. Al mismo tiempo, me moviliza profundamente que la diversidad y la inclusión dejen de ser una aspiración y se conviertan en una realidad. Es sabido que las mujeres somos cerca del 50% en las facultades de Derecho, pero ese equilibrio se pierde en los espacios de liderazgo. Eso tiene que cambiar. Lo asumo como un propósito personal: abrir espacios, visibilizar talentos y transformar estructuras que siguen siendo excluyentes.
¿Cuáles cree que son los mayores desafíos de la minería en la actualidad?
Avanzar hacia una minería más sostenible, capaz de responder a las exigencias de un entorno cada vez más complejo en lo regulatorio, ambiental y social. El contexto normativo ha cambiado drásticamente, con un marco de permisos y regulaciones que exige más planificación, diálogo temprano y un trabajo colaborativo con múltiples actores. Esto obliga a repensar la manera en que desarrollamos los proyectos mineros, incorporando más innovación y asegurando que la colaboración y el respeto estén presentes desde el comienzo.
Resiliencia, flexibilidad, capacidad de adaptación y prudencia
Para Paola Cifuentes, estudiar Derecho en la UC fue un punto de inflexión. Venía llegando de Estados Unidos, donde se crió, y debió enfrentarse a una universidad exigente en un país que aún no sentía propio, donde no dominaba bien el idioma, no conocía a nadie y todo era desconocido.
Esa etapa de dificultad fue, sin duda, una de las de mayor crecimiento personal para Paola. “Me obligó a desarrollar herramientas que sigo usando hasta hoy: resiliencia, flexibilidad, capacidad de adaptación y, sobre todo, a no tenerle miedo a los cambios. Haber superado esa experiencia me dio confianza para enfrentar otros entornos desafiantes a lo largo de mi carrera. Fue una gran escuela para la vida”, comenta.
¿Cómo influyó Derecho UC en su carrera personal y profesional?
La formación en Derecho UC me entregó algo que ha sido esencial en mi forma de ejercer el liderazgo: el valor del pensamiento reflexivo, la importancia de la prudencia y una comprensión muy clara de lo que significa actuar con humildad. Esos tres elementos me han acompañado siempre, especialmente al momento de tomar decisiones en contextos complejos.
¿Qué recuerdos tiene de Derecho UC? ¿Algún profesor que haya marcado su interés en la carrera?
Guardo muchos recuerdos valiosos de esos años, especialmente por el vínculo humano que se creó. En mi experiencia, tuve la gran oportunidad de encontrar un grupo de amigas y amigos de la vida, con quienes hemos recorrido un camino que ha perdurado en el tiempo. Compartimos no solo los años de universidad, sino también matrimonios, hijos y etapas decisivas que nos han marcado profundamente. Son la expresión más genuina de lo que significa construir comunidad, y han sido un apoyo fundamental a lo largo de los años. También tuve profesores que dejaron una huella en mi formación. Don Ramón Luco fue fundamental en mis primeros años: tuvo un rol clave en acompañarme en el proceso de adaptación. Recuerdo cómo me pedía hacerle resúmenes del diario para practicar el español. Ese tipo de gestos marcaron una gran diferencia en una etapa donde todo era nuevo para mí. Y cómo no mencionar al profesor Víctor Vial, cuyas clases eran verdaderas experiencias de aprendizaje. Eran dinámicas, desafiantes y orientadas a enseñarnos a pensar como abogados. Las pruebas eran con el Código en la mano, y se trataba de aplicar lo aprendido con criterio. Fue realmente un maestro.
¿Qué mensaje les daría a los alumnos interesados en seguir su carrera ligada a la minería y energía?
Les diría que es un camino desafiante, pero profundamente enriquecedor. La minería y la energía están en el centro de los grandes debates de nuestra era: sostenibilidad, desarrollo, transición energética. Es una industria con identidad, cultura y propósito, que ofrece enormes oportunidades para quienes están dispuestos a tomarlas. Y especialmente a las mujeres, les diría: ¡que se atrevan! Este es un mundo que necesita más diversidad, más talento con visión y energía para transformar. No esperen a que las oportunidades lleguen: salgan a buscarlas y háganlas suyas. La minería necesita nuevas miradas y estoy convencida de que, con preparación, valentía y confianza en sí mismas, pueden llegar tan lejos como se lo propongan.